Susan Anderson ya estaba en la puerta del hospital en Florida, en el trabajo de parto, cuando su pequeña Julia no quiso esperar más. Estaba lista para nacer y ni siquiera dejó que su madre se acostase en la camilla.
El momento fue capturado por una de las cámaras de seguridad del hospital, donde aparecen Susan, su esposo Joseph, la comadrona Sandra y dos policías. Todo fue tan rápido que es casi imposible creer que el bebé pasó por una de las piernas de los pantalones cortos de la madre en unos segundos.
Menos mal que la matrona Sandra Leuven estaba atenta, de lo contrario la pequeña Julia podría haber sufrido una caída y lastimarse en su primer momento de vida. Sandra fue tan rápida como Julia, y eso marcó toda la diferencia.
Tan pronto como el bebé fue sostenido por las manos de Sandra, la partera se la entregó a su madre en los brazos, quien la abrazó con firmeza, aún asustada, y juntas fueron al hospital para recuperarse del susto y realizar los procedimientos del postparto.
“Durante el viaje de coche hasta el centro de parto, me volví hacia mi esposo y le dije: ‘¡Necesito empujar!'”, dijo Susan a Local 10 News.
Los planes eran que Julia naciera en el agua, en una piscina en el centro de maternidad, el mismo lugar donde Susan tuvo a su primera hija. Pero cuando aparcaron el vehículo frente al hospital, Julia estaba lista para nacer y su madre ya podía sentirlo.
“No pensé que no entraría al edificio. Cuando llegamos, al primer paso, la cabeza estaba saliendo. Ese fue mi enfoque, a penas entrar a la bañera de parto, pero ella tenía otras ideas”, explicó Susan.
Dos policías que estaban en el área se acercaron cuando vieron la escena y las personas se apresuraron. “Está bien, está bien, soy comadrona, está teniendo un bebé”, dijo Sandra, riendo.
Susan, en seguida, gritó y Sandra agarró a la pequeña Julia mientras que los policías observaban sin saber qué hacer, ya que la situación estaba realmente bajo control, aunque era bastante diferente de lo común.
El centro médico compartió el video en Facebook diciendo que era “¡uno que no olvidaremos!”
“La mamá y el bebé son maravillosos y todos podemos reírnos de lo increíble que fue este nacimiento. Especialmente porque los policías parecían bastante sorprendidos”, escribieron en el pie de foto.