Hay momentos complicados en la vida. Situaciones en que la realidad pierde su lógica y un simple partido de fútbol puede desatar las furias en casa. En momentos como este necesitas una mano amiga. Lee este artículo, está escrito para ti.
A veces estas situaciones se presentan en el peor momento: un partido decisivo, una clasificación, la final de un campeonato; y como si lo supiera o se alinearan los planetas, tu esposa ha planeado una cena en casa con amigos. No solo no verás el juego, también tendrás que cocinar y simular que entiendes lo que dice su amiga del colegio. Para de sufrir hermano, aquí está la solución.
¡Gana puntos!
Tú lo sabes perfectamente, es el único método efectivo desde que la humanidad salió de las cavernas: Acumula puntos, gana indulgencias, haz méritos y vuélvete un corderito unos días. Hemos preparado, casi como servicio público, una lista con las mejores maneras de ganar puntos en casa y hacer que tu esposa no te reclame a mitad de un juego de fútbol.
Haz tareas domésticas
Barre, limpia, saca la basura y lava los platos. Si se trata de un juego realmente especial puedes limpiar las ventanas o desmanchar las baldosas de la ducha. Cuídate de no parecer muy servicial, trata de no levantar su sospecha.
Limpia su carro
Déjalo reluciente. Llévalo a un autolavado o lávalo tú mismo, para que ganes aún más puntos. Aunque no lo vaya a notar aprovecha para revisar el aceite del motor y la presión de los neumáticos. Nunca está de más.
Haz las compras
Llega a casa con la compra del mes solo porque “se cruzó un supermercado”. Recuerda traer algo solo para ella, algo que le guste mucho. No olvides ordenar la compra una vez que estés en casa, podrías perder todos los puntos que has acumulado.
Prepara la comida
Prepara su plato favorito, pero hazlo en el momento apropiado: justo cuando sabes que tu esposa preferiría ver la tv. Dispón la mesa como si se tratara de una comida especial, abre una botella de vino y pídele que te hable de su día.
Truco infalible
Si esta lista de métodos para ganar puntos te parece insuficiente, o solo quieres garantizar que verás el juego en santa paz, puedes aplicar un truco infalible. Un truco que debe ser usado con cuidado y muy esporádicamente, uno que no puede fallar siempre que tu esposa aún tenga corazón.
Espera el momento adecuado, aprovecha una situación en la que estén conectados y dile: “Soñé que iba al juego, soñé que gritaba de emoción cuando anotaban el primer gol, el segundo y el tercero. Me desperté llorando de alegría cuando sonó el silbato”.
Adapta el mensaje a tu vocabulario y hazle sentir lo importante que son para ti esos 90 minutos. Dile que hasta tu subconsciente quiere ver el juego, que por qué no hacen la cena con los amigos el próximo fin de semana (siempre que no haya juego).
Como último consejo, nunca te sientas librado, porque aunque logres ver tus partidos de fútbol, béisbol o baloncesto no te salvarás de acompañarla a las compras en el centro comercial.