Para algunas personas, los celos son una demostración de amor. Y en parte, los celos demuestran interés por el otro, así como algo de apego. Pero aunque algunas manifestaciones de celos pueden ser apenas perceptibles y manejables, otras alcanzan niveles realmente preocupantes.
Jessica Morris es una mujer que trabaja como mesera en un restaurante. se caracteriza por ser cordial con los clientes. Un día, como siempre, cuando a Jessica le tocó atender a una pareja de recién casados, lo hizo de la manera más cordial y gentil que pudo, pues se trata de una ocasión especial.
Esta pareja, aparentemente, no solo eran recién casados, sino que estaban pasando su luna de miel, la noche transcurrió como de costumbre, hasta que Jessica fue a retirar el dinero de la cuenta y el recibo que había pagado la pareja en cuestión.
Para su sorpresa, Jessica se encontró con una nota en la factura que decía: “Es mi esposo. ¡Búscate el tuyo propio! Buena suerte”.
Una acción ejemplarizante
Al leer esta nota, Jessica no pudo menos que sentirse ofendidas. ¿Hasta cuándo la gente seguirá confundiendo la amabilidad y buen trato de una mujer con coqueteo? ¿Por qué siempre las mujeres deben ser vistas bajo sospecha?
Acto seguido, Jessica decide tomar cartas en el asunto, y defender su imagen pública y honor con una acción ejemplarizante. Jessica decidió escribirle una carta a esta nociva e insegura mujer. la carta decía así:
“De una mujer casada a otra:
Querida Jenny:
Resulta para mí fundamental que comprendas algunas cosas: el hombre que estaba trabajando en la sección de enfrente, con quien yo me comunicaba todo el tiempo mientras le servía a ti y a tu esposo, es mi marido. Yo también lo encontré por mí misma y, por cierto, se ve mucho mejor que el tuyo, y para celebrar nuestra luna de miel, no se conformó con llevarme a un restaurante sino que al menos me llevó a un crucero.
Mi esposo es de los que nunca me permitiría sentirme tan insegura que tuviera que verme en la necesidad de hacer sentir mal a una simple mesera con una nota tan desagradable.
Por eso, deseo darte un consejo: Tu inseguridad me preocupa. Debes mostrar algo de dignidad y orgullo, para no tener que herir a alguien para sentirte mejor contigo misma, especialmente a una mesera que vive de sus propinas para ayudar a su esposo a pagar las cuentas.
Si un día deciden volver, pueden sentarse en la sección de enfrente. Quizá sea más fácil que veas el anillo en la mano de mi marido, y así, de paso, te sentirás más segura de no tener que lidiar con el coqueteo de tu esposo con las meseras.
Por cierto, ojalá te guste el bolígrafo: es un regalo para ti de mi parte.”
¿Qué le ha parecido esta reacción? Lo cierto es que los celos pueden causar mucho daño alrededor. Si usted es celosa, quizá debería buscar ayuda. En el siguiente vídeo, compartimos con usted algunos consejos sobre cómo canalizar estos terribles sentimientos.