Para cuidar y proteger a sus hijos, un padre vá más allá de lo que cree que eres capaz de hacer. Un buen ejemplo de ello fue cuando Daniel Kablutsiak vio a su hijo en una situación de salud muy delicada y descubrió que podía ayudarle, siempre que perdiera 30 kilos.
Lo que ocurrió fue que a un chico de 16 años, llamado Hunter Kablutsiak, le diagnosticaron una enfermedad renal en estadio 5 en 2020. Su riñón funcionaba al 16% y esto era grave.
Así que, tras realizar algunas pruebas, su padre, Daniel Kablutsiak, descubrió que era compatible con el grupo sanguíneo de su hijo y que podía ser su donante de riñón. Pero había un problema.
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Daniel pesaba 110 kilos y ese peso no se acepta para las personas que quieren ser donantes de órganos. Así que la única forma de salvar a su hijo era deshacerse de los kilos de más.
Por supuesto, Daniel no se lo pensó dos veces cuando supo que, para sacar a su hijo de una situación tan peligrosa, sólo tenía que cuidar más su salud y perder peso.
“Estaba decidido. Le quiero de verdad y me lo propuse: ‘Voy a hacerlo’ y fui a por ello”, dijo Daniel a la CBC.
De hecho, muchas personas que padecen obesidad no consiguen deshacerse de los kilos de más porque no encuentran la motivación suficiente para hacerlo.
Pero salvar la vida de un niño es sin duda una buena razón para perder peso de forma rápida y saludable.
Así que en marzo, casi un año después de empezar su dieta de adelgazamiento, Daniel alcanzó su objetivo. Cuando esto ocurrió, se lo hizo saber a sus médicos y esperó una respuesta.
Poco después, Daniel recibió la llamada que confirmaba que había sido aceptado como donante de órganos para Hunter. El trasplante está previsto para junio de 2023.
“Estoy emocionado”, dice Daniel. “Estoy muy, muy contento por mi hijo. No me preocupo por mí, pero en cuanto a mi hijo, donar un riñón para que pueda ser un adolescente normal sin tener que tomar estas 10 pastillas al día y cosas así, mientras que también se convierte en un jugador de hockey activo para ayudarle… No puedo esperar hasta que su lucha haya terminado.”
Daniel dijo que lo hizo todo por amor a su hijo.
“Estoy decidido. Mucho trabajo, mucho caminar. A veces un reto mental, pero por amor a mi hijo, seguí esforzándome y ahora está dando sus frutos.”
Daniel dice que espera servir de inspiración a cualquiera que esté luchando por hacer algún cambio muy necesario en su vida.
“Sea lo que sea, hay que proponérselo e ir a por ello”, afirma. “Si yo puedo hacerlo, cualquiera puede”.
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