Generalmente, quien tiene amor y respeto por los animales, empieza a demostrarlo a una edad temprana, como hizo este chico que decidió poner a la venta su nuevo monopatín para pagar el tratamiento del perro de la calle.
Mauco, que sólo tiene 9 años y vive en Mendoza (Argentina), dio un ejemplo de cómo podemos esforzarnos un poco más cuando queremos ayudar a los demás.
En una entrevista con una cadena de televisión local, Mauco dijo que vive con su madre y que, un día de estos, encontró un perro herido abandonado en las calles de la ciudad. Tras llevárselo a casa, lo bautizó con el nombre de Rocko.
Véase también: Un estudio revela: los gatos alivian el estrés de las personas muy emocionales
Ya sabiendo que el perro necesitaba visitar al veterinario, Mauco reunió los pocos ahorros que tenía y llevó al animal a una consulta. A partir de entonces, Rocko tuvo un nuevo hogar.
Tras la consulta veterinaria, el chico recibió la factura para pagar el tratamiento completo del cachorro que costó 300 dólares, entre consultas, exámenes de rayos X, vacunas y medicamentos contra enfermedades de la piel.
La familia del chico no podía permitirse pagar esa cantidad, a pesar de su buena voluntad por querer que Rocko gozara de buena salud. Así que, para saldar la deuda, al chico se le ocurrió vender su propio monopatín.
Mauco anunció el monopatín en un post de Facebook, que pronto se hizo viral. Mostró preocupación por el perro, más que por el objeto que puso a la venta, y la gente ayudó a compartir su oferta.
“Hola soy Mauco, hijo de Laura. Mi madre me prestó su perfil porque yo no tengo. Mira este cachorro que encontré en la calle, está enfermo y tiene una pata rota. Lo hemos alimentado y bañado, pero necesita medicinas. Lo llevo al veterinario en mi monopatín. Si alguien está interesado en comprar mi monopatín que deje aquí el número y mi madre llamará. Gracias, Mauco”.
Conmovidos por el llamamiento de Mauco, decenas de internautas se ofrecieron a ayudarle. Una de ellas era Ruperta, que se ofreció a pagar todos los gastos de la perrita.
Así, el chico pudo pagar el tratamiento del perro sin tener que deshacerse de su monopatín. A veces lo mejor es compartir nuestro problema para ver si alguien ahí fuera puede ayudarnos a resolverlo.
Fuente: Catioro Reflexivo