Sheila Marsh dedicó toda su vida al mundo equino, trabajó durante muchos años encargada del cuidado de los caballos del hipódromo Haydock Park, pero luego de cumplir 65 años de edad tuvo que abandonar su trabajo, ya que su salud le impedía realizarlo.
Durante sus años de trabajo en el hipódromo desarrolló vínculos importantes con varios caballos, pero ninguno tan grande como el vínculo entre ella y Bronwen, su mejor amigo, a quien cabalgó, alimentó y cuidó desde que era un potro.
Tristemente Sheila ya no podía ir al hipódromo a reunirse con Bronwen ya que le fue diagnosticado cáncer en su fase terminal. Pasaron duros meses hasta que fue internada en el hospital para pasar allí sus últimos días. Sheila tenía un último deseo antes de morir: quería ver nuevamente a Bronwen y acariciarlo.
Su hija y el personal del hospital Royal Albert Edward Infirmary en Wigan, Inglaterra, hicieron todo lo posible para cumplir su sueño y trasladaron al hermoso caballo hasta el lugar, de igual forma bajaron la cama de Sheila y lograron que el encuentro se hiciera realidad.
Sheila no pudo contener la emoción al ver a Bronwen, con lágrimas en los ojos acarició su mejilla y lo llamó por su nombre. Todo el personal alrededor de la escena y su hija lloraban.
Finalmente, Bronwen se inclinó hacia Sheila y le dió un último beso, se estaba despidiendo.
Al día siguiente Sheila partió al cielo sin ningún tipo de remordimiento, había visto a su hermoso caballo, estamos seguros de que partió inmensamente feliz.
A continuación le invitamos a ver el video de la conmovedora escena:
¡Comparta esta hermosa historia!