La llegada de aplicaciones como Uber y 99POP siempre ha estado rodeada de discusiones y mucha polémica. Al mismo tiempo, es cierto que la economía y la conveniencia hacen que valga la pena utilizar el servicio. Sin embargo, lo que el cliente ve es solo la punta del proceso de servicio.
Hasta que el Uber llega a ti, tiene un proceso de identificación y verificación a vía GPS, de cuál es el más cercano o quién ha estado más tiempo en la cola, en el caso de los aeropuertos. También tiene un sistema integrado que “diseña” el trayecto, creando un costo de viaje fijo.
Sin embargo, algunos conductores de aplicaciones siempre intentan encontrar una manera de sacar ventaja, ya sea colándose en la fila del aeropuerto o, como los llaman haciendo del golpe de la sacudida, aumentando así el kilometraje para recibir más. Conoce esta técnica y lo que está pasando.
La sacudida: el nuevo golpe de Uber
Esta modalidad influirá en el bolsillo del pasajero y también pesa sobre la compañía que brinda el servicio, en este caso Uber o 99POP. Este consiste en utilizar una función del sistema Android que bloquea el GPS.
Tan pronto como aceptas la carrera, el conductor pone el teléfono en modo de ahorro de batería y apaga la pantalla. Zasca, golpe dado. Este simple procedimiento hace que el GPS no funcione correctamente y sea inestable (sacudida, sacudida).
De esta forma, esta pasa a medir más kilómetros, aumentando el valor que el conductor recibirá de la aplicación. Una medida corrupta que daña la relación entre la empresa, el proveedor de servicios y también la sociedad.
El pasajero pagará más por la carrera e incluso puede ser hasta cuatro veces la cantidad original. Por eso, siempre es bueno conocer el itinerario o usar el servicio en línea de Uber que hace el cálculo por ti, antes de llamar al conductor.
Así, ya sabes cuánto te costará el viaje y puedes presentar la queja después de aceptar la carrera. La aplicación también está cambiando su forma de cancelación, eliminando la penalización si se realiza en menos de 2 minutos. Este nuevo modo se está ya probando en Río de Janeiro, Brasil.
Para funcionar bien y consolidarse en el mercado, la empresa y sus empleados deben transmitir confianza, que es cada vez menos común. Como resultado, menos personas usan la plataforma y muchos conductores serán expulsados.