Si te encantan los frijoles de tu madre, de tu abuela, de tu tía o de tu amiga, pero los tuyos no te quedan como desearías, debes saber cómo hacerlos para que queden perfectos. Es posible que necesites aprender algunos trucos simples sobre cómo hacer que el caldo quede más espeso, cocinar más rápido para que no se seque ni queden muy aguados, y otros consejos que verás, a seguir.
Elige el frijol
El primer paso para un cocinar un frijol muy sabroso es elegir los frijoles crudos para eliminar todos los guijarros rotos, marchitos o incluso los que puedan aparecer. Después, limpia la mesa, extiende una porción de frijoles sobre ella y separa los malos. Al dividirlos todos, coloca los buenos en un tazón y continúa eligiendo, hasta alcanzar la cantidad deseada.
Déjalos en remojo
Este es un truco muy importante para que tus frijoles se cocinen más rápido, sobre todo si no tienes una olla a presión. Una vez que hayas escogido los frijoles, ponlos en remojo cubiertos con agua hasta 6 horas antes de cocinarlos. Los frijoles se ablandarán y la cocción será mucho más práctica.
Haz el caldo más espeso
Los frijoles con un caldo aguado no quedan tan gustosos como los que tienen un caldo muy espeso y con mucho cuerpo. Aquí se dejan 4 consejos que ayudan, y también vale la pena recordar que los frijoles negros son mejores para que el caldo quede más grueso:
- Pon una patata pelada y cortada en pedazos para cocinar juntos;
- Frita un poco de harina de mandioca mezclada con un poco de mantequilla o aceite y viértela en los frijoles cuando estén en el medio de la cocción;
- Cuando los frijoles estén cocidos, retira un par de cáscaras con granos y ponlas en un plato y tritúralas bien. A seguir, introdúcelas de nuevo en el caldo;
- No sigas añadiendo agua todo el tiempo sino, de lo contrario, el caldo siempre quedará aguado. Ten en cuenta que cuando necesites agregar más agua, esta debe estar muy caliente.
Remueve el exceso de sal
Si, cuando vayas a sazonar los frijoles, pones demasiada sal, el consejo del boniato o el de la papa es bastante importante. Introduce una patata en el caldo que esté lavada y cortada en trozos medianos, y déjala que se cocine un poco más. La papa absorberá el exceso de sal.
Haz un adobo bien sabroso
Deja que los frijoles se cocinen solo con agua y una o dos hojas de laurel hasta que estén tiernos.
Después, en una sartén diferente, prepara un salteado para condimentar, que puede llevar ajo, cebolla, beicon, salchichón, sal, pimienta, pimentón, salsa de soja, comino, orégano y otras hierbas que te agraden.
Cuando todo esté bien rehogado, prueba para comprobar si no está demasiado salado. En el caso de que esté bueno, viértelo dentro del caldo de frijoles. Deja que se cocine un poco más a fuego medio/bajo para obtener que agarre consistencia y sabor.
Si lo prefieres, también cabe la posibilidad de que añadas zanahorias y otras verduras mientras se cocinan los frijoles. No es tan usual, pero queda delicioso e incluso más saludable.
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