En los tiempos de las abuelas, la casa siempre estaba limpia y ordenada para facilitar el mantenimiento de tantos niños y el esposo. La mayoría de las mujeres eran amas de casa, por lo que estaban acostumbradas a una rutina de limpieza y organización, generalmente utilizando trucos que aprendieron de sus madres y sus abuelas. Estos son algunos de esos trucos de limpieza de la abuela que todavía son muy útiles en la actualidad.
1. Limpiar un poco todos los días
Si no dejas que se acumule suciedad, la casa siempre estará ordenada. Entonces, cada vez que vayas al baño, pasa un trapito en el lavabo, siempre tenga un cepillo o una esponja con un producto para pasar donde esté sucio, y retirar los paños húmedos para ventilar.
Después de la comida, además de lavar los platos, barre la cocina todos los días como parte de esta rutina. Adapta esta simple limpieza diaria según sea necesario en tu hogar, y verás la diferencia en el día de la limpieza general.
2. Productos de limpieza caseros
No tienes que gastar mucho dinero para limpiar la casa comprando productos en el supermercado, cuando tienes buenos desinfectantes en tu cocina, como el vinagre, el bicarbonato de sodio, el limón, el alcohol y los aceites esenciales para que todo huela bien.
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3. Paños y toallas blancos
Ese largo tendedero en el patio, lleno de toallas, paños y mantas blancas, ¿solo la abuela podía hacerlo? ¡No! El truco está en el vinagre de alcohol que hace que la ropa quede más blanca, más suave y más desinfectada.
4. Limpiezas preventivas
Este consejo es parecido al primero. Además de limpiar una parte de la casa todos los días para no acumular, también vale la pena mantener los muebles y electrodomésticos siempre limpios para evitar que se estropeen antes de lo previsto.
Si no limpias estos artículos con frecuencia, la acumulación de la suciedad puede causar daños internos y estropear las piezas. Por lo tanto, ten mucho cuidado de no dañar los electrodomésticos.
5. Ambientes perfumados de manera natural
Los aceites esenciales, los tés, las plantas aromáticas y las especias eran los ingredientes que las abuelas utilizaban para que la casa siempre oliera bien. Está claro que, antes, el olor solía venir de la cocina, donde algo delicioso se estaba horneando o cocinando. Pero, para los dormitorios, baños y para la sala de estar, los perfumes naturales fueron los más usados.