La historia que vas a conocer ahora, de dos hermanas separadas en la infancia, no es inusual. Esta historia tuvo lugar hace unos 50 años, en Argentina, pero casos como este en Brasil y otras partes del mundo también ocurren más a menudo de lo que deberían.
Ramona y Angélica eran bebés y tenían un hermano y una hermana cuando su madre murió en la ciudad de Misiones.
Debido a la fatalidad, cada niño tuvo un destino diferente. Pero gracias a una búsqueda que iniciaron sus hijos, las dos hermanas, separadas en la infancia, finalmente se reencontraron.
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La mayor de las hermanas era Ramona, que tenía unos 9 años cuando las separaron. Ya adulta y con su propia familia formada, Ramona contó su triste historia a sus hijos, y fue entonces cuando comenzó la búsqueda, en 2016.
Carina, la hija de Ramona, se unió al grupo de Facebook llamado “¿Dónde estás?” y publicó una foto de su madre con el siguiente mensaje: “Mi mamá Ramona es la mayor de los cuatro. Vivían en Misiones, El Dorado. Tiene pocos recuerdos desde que tenía 9 años cuando se la llevaron”.
“Posiblemente una de las niñas fue llevada con una tía que estaba casada con un policía. El hombre pudo haber ido a Paraguay ya que su padre era de allí. La otra es desconocida. Espero que alguien pueda identificarse con esta historia”, dijo Carina.
La historia de Ramona y sus hermanos ha ganado algo de publicidad, y su hija, Carina, incluso concedió una entrevista al Diario Huarpe para tratar de conseguir aún más visibilidad para el caso, con la esperanza de que uno o más de los hermanos de su madre aparecieran.
Aunque era agotador buscar a personas separadas durante tantos años, Ramona y Carina nunca perdieron la esperanza. Entonces, un día cualquiera, Carina recibió un mensaje que decía: “Hola, soy Angélica, me escribiste hace muchos años”.
Entonces Carina se sintió motivada para averiguar más cosas sobre aquella mujer que creía que era realmente una de las hermanas separadas en la infancia.
“Empezamos a hablar. Estuvimos comparando las historias y sí, tenían mucho en común. Además, físicamente se parecen mucho”, cuenta Carina.
Pues bien, la mejor manera de averiguarlo, sin tener que hacer todavía una prueba de ADN, era promover un encuentro entre las dos hermanas separadas en la infancia para que pudieran hablar, mirarse a los ojos y sentir las emociones de la otra.
Antes de ir a un encuentro cara a cara, decidieron hacer una videollamada. No es lo mismo, pero fue un primer paso muy importante y, de hecho, decisivo para las dos hermanas.
Carina dijo que se emocionó cuando vio a su madre después de la llamada: “Ese día los dejamos a los dos solos hablando por videollamada, mamá salió con los ojos llorosos y dijo: ‘Es ella'”.
Y continuó: “Rápidamente empezamos a gestionar el viaje, necesitábamos que se vieran porque sus otros dos hermanos habían muerto. Si dejábamos pasar el tiempo, sería demasiado tarde”.
Y así fue. Ramona y Angélica se reencontraron a principios de abril de 2023, después de 50 años sin verse. Cuando se vieron, se dieron un largo abrazo entre lágrimas.
“Hay miles de historias de personas que se buscan. Esperamos que no dejen de buscarse hasta que se encuentren”, cerró Carina, con un mensaje de esperanza para quienes viven la misma angustia.
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