trabajar con el hambre emocional
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La hoja de ruta para trabajar con el hambre emocional

Este apetito no es una cuestión fisiológica del organismo y es mucho más común de lo que imaginas

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Antes de saber cómo se debe trabajar con el hambre emocional, es fundamental saber de qué se trata. Estas ganas de comer hacen referencia a los momentos en los que una persona recurre a los alimentos como forma para poder batallar con sus emociones. Otra opción es que se coma para evitar tener que afrontar los problemas. Por lo tanto, se podría decir que es un mecanismo de vía de escape. Es importante tener en cuenta que dicho apetito no está relacionado con las necesidades fisiológicas del organismo. Dado que es mucho más habitual de lo que te puedes imaginar, a continuación, se explica cómo se puede combatirla.

Lee también: Qué es la salud mental y cómo cuidar de ella

El diario para trabajar con el hambre emocional

Tener un diario o un cuaderno es de gran ayuda para trabajar con el hambre emocional, dado que te permite tener mayor conciencia de las sensaciones emocionales que estás conectadas a ciertas conducta alimentarias, las cuales son de gran utilidad para llegar a la raíz del asunto y saber el porqué de los antojos.

En sí, el cuaderno pasará a ser una herramienta muy grande para controlarte, y para tener una atención plena. Gracias a este, puede que consigas descubrir gran parte de los deseos que surgen en momentos concretos de especial tensión emocional.

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Continua leyendo para poder descubrir cómo puedes gestionar el cuaderno para trabajar con el hambre emocional de la mejor forma posible.

1. Cómprate una agenda o cuaderno que sea exclusivo para tu diario del hambre emocional.

2. Haz una división de la hoja en cuatro columnas:

  • Hora: escribes la hora de tu comida.
  • Comida: apuntas qué es lo que comes.
  • Escala del apetito del 1 al 10: anotas el número que corresponde al nivel de hambre que tienes en el momento que comes. 1 indica “nada de hambre” y 10 “extremadamente hambriento”.
  • Emoción activa: esta columna es para que registres la emoción que sientes en el momento que comes, en el caso de que la tengas.

Para que tengas una idea de cómo debe ser el cuadro, a seguir, se deja un ejemplo.

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Hora Comida Escala de hambre (1-10) Emoción activa
7:00 am Copos de avena

Fresas

Miel

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Café con leche

7
10:00 am Galletas con dulce de leche

Zumo de naranja

5 Aburrimiento

En lo que respecta a las emociones, algunas sugerencias de las que puedes incluir son:

  • Felicidad
  • Inquietud
  • Agitación
  • Ansiedad
  • Estrés
  • Depresión
  • Irritabilidad
  • Aburrimiento
  • Tristeza

3. Lleva a cabo este diario durante una semana. Cuando hayan pasado los siete días, haz un análisis exhaustivo del cuaderno para intentar hallar los patrones recurrentes. No te olvides de anotar cada uno de los hallazgos que descubras.

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Imagínate: “Las ganas de comer dulce siempre aparecen por la tarde cuando me siento triste”.

4. Una vez que has localizado qué es lo que te hace tener el hambre emocional, es el momento de elaborar un plan de acción. Este debe estar formado por diversas estrategias que te den la posibilidad de anticiparte a la aparición del apetito ante cada hallazgo que has hecho.

Por ejemplo: “Voy a hacer un descanso por la tarde de 10 minutos para caminar”

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5. Debes aplicar métodos de manera permanente y ser perseverante mientras que estás trabajando con este tipo de apetito. De un día para otro no lograrás controlarlo. Es un proceso que te llevará un tiempo, y para que el es preciso que seas disciplinado. Pero con constancia y tesón todo es posible.

Para finalizar, en el siguiente vídeo se explica la diferencia entre el hambre física y el hambre emocional.

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