Se podría decir que la vida es como una montaña rusa. Unas veces se está arriba, y otras se está abajo. Ojalá siempre fueran todo momentos felices y de alegría, pero no es así. Ciertas circunstancias y eventos hacen que las personas se tengan que enfrentar a situaciones difíciles, las cuales les producen dolor y les dejan heridas. Pero con la técnica japonesa Kintsugi, será más fácil afrontar esos momentos.
¿Qué es la técnica japonesa Kintsugi?
Básicamente, la técnica japonesa Kintsugi consiste en saber canalizar las cosas malas que ocurren en la vida y verlas como una cosa positiva. De esta forma, será mucho más sencillo que cierren las heridas. Eso por no hablar de que lo ocurrido se verá como un aprendizaje del que se salió fortalecido.
En sí, el Kintsugi es un arte japonés antiguo que se emplea para restaurar la porcelana que ya tiene unos años y se ha quebrado. Como es obvio, la finalidad es poder volverla a usar. El método data de finales del siglo XV, y para arreglar las cosas de cerámica rotas se usaba resina, la cual denominaban Urushi, plata o platino y polvo metálicos de oro.
El encanto de método es que cuando la pieza se restablecía, era como si volviese a vivir ya que brillaba y lucía un gran resplandor debido a la luz que destellaban las cicatrices de esta. De ahí, se cree que el principio de este arte se puede trasladar a la vida de la gente.
Un método para curar
La técnica japonesa de Kintsugi ha sido debatida por varios psicólogos, los cuales han sugerido aplicarla en las terapias una vez que se dieron cuenta que los pacientes describían su estado emocional como roto o quebrado tras pasar por una situación complicada.
En lo que respecta a la filosofía del Kintsugi, esta se basa en que las personas tienen que ver sus propias cicatrices como algo bonito ya que son parte de la esencia de uno y de las cosas que ha ido cultivando a lo largo del camino, y es gracias a ellas que en la actualidad cada uno puede ofrecer la mejor versión de sí mismo una vez que consiguió sanarlas.
Las vivencias hacen que una persona se vuelva más fuerte y que crezca. Asimismo, le dan una visión nueva sobre la vida e incrementan su resiliencia, lo que le da más fuerza para seguir, según detalla John Sean Doyle en la revista Psychology Today
Conoce aquí qué es la depresión invernal.
Cómo se puede poner en práctica el Kintsugi
Con el fin de curar esas cicatrices y que dejen de afectar tu presente y sean algo positivo para tu futuro, sería aconsejable que pusieses en práctica la técnica japonesa Kintsugi en tu rutina diaria. Para ello, lo que tienes que hacer es:
- No tener miedo a recordar: esto es bueno para que sepas cuáles fueron los errores y aprender de ellos para no volverlos a cometer.
- Ser perseverante: es imposible que de un día para otro logres que el método tenga efecto en tu vida. Este es un proceso que demora un tiempo. Por lo tanto, debes ser perseverante y no tirar la toalla.
- No te agobies: cada persona es un mundo y necesita su tiempo. Dicho esto, no te agobies. Verás que poco a poco el Kintsugi empieza a surgir efecto en tu vida.
- Céntrate en lo que te gusta: concentrarse en las cosas que a uno le gusta es muy bueno para restaurar lo roto y cerrar heridas. Por lo tanto, haz cosas que te gusten y apóyate en la gente que te quiere y que te hace sentir bien.
- Pide ayuda: hay personas a las que le da vergüenza o temor pedir ayuda. Este es un gran error. Si no lo haces, la situación irá a peor, en vez de a mejor.
Para acabar, no te pierdas el siguiente vídeo donde se exponen más datos sobre el Kintsugi.
