En las películas, las telenovelas y las series de televisión siempre muestran a los padres de bebés exhaustos e incapaces de dormir mucho. Y esto no se limita solo a la ficción. Tanto como un bebé al mes duerme un promedio de 16 a 18 horas al día, el sueño de los padres está lejos de ser largo y completo. Muchos piensan que el sueño puede reanudarse cuando el niño es un poco mayor y se duerme con menos intervalos. Pero por desgracia, un estudio en inglés encontró que el sueño de los padres solo se recupera 6 años después de tener un hijo.
Comprende el estudio
El hecho de que la llegada de un bebé a la casa cambia la rutina y el sueño de los padres no es nuevo, quien ha tenido hijos lo sabe muy bien. Pero no existía ninguna evidencia científica sobre el asunto, apuntando a la calidad y durabilidad del sueño. Tampoco sobre el impacto que la nueva vida tiene en el sueño de los padres ya que este tarda hasta 6 años en normalizarse.
Una investigación realizada por la Universidad de Warwick, en Inglaterra, por un grupo de cinco científicos de tres países, analizó el sueño de 2.541 madres y 2.118 padres. El objetivo del estudio fue verificar la calidad y la duración del sueño durante los primeros 6 años de vida del niño en comparación con el período anterior al embarazo, así como los factores que interfieren en él. El resultado del estudio fue publicado en Sleep, de la Sleep Research Society.
El estudio descubrió que los primeros tres meses de vida del bebé son los peores para el sueño de los padres. Las madres duermen al menos 1 hora menos que antes de tener a su hijo, mientras que los padres disminuyen 15 minutos de su sueño habitual. Después de los 6 años de la llegada del bebé, las madres duermen 20 minutos menos y los padres continúan perdiendo 15 minutos de sueño. Esto demuestra que las madres tienen el sueño más afectado por la llegada del pequeño. Solo después de los primeros seis años de vida del niño, los padres pueden normalizar el sueño, volviendo a tener la calidad y la cantidad que tenían antes del nacimiento de su hijo.
Durante el primer semestre del bebé, la lactancia materna es la principal causa de que las madres duerman menos que los hombres. El estudio también destacó que los padres primerizos tiene el sueño más afectado que los padres que ya han tenido más hijos. Otras características, como ser soltero, la edad o el ingreso familiar no hicieron diferencia en los resultados del estudio.
