Una enfermedad como la diabetes muestra valores elevados de glucosa, y esto puede provocar lesiones nerviosas, renales u oculares. Sin embargo, muchas personas no tienen síntomas comunes como el adelgazamiento repentino, pies y manos dormidas, frecuentes ganas de orinar y mucha sed. Por eso vamos a hablar de los síntomas menos frecuentes de este mal. En caso de que tenga uno o más de estos síntomas, le recomendamos que hable con su médico.
Síntomas menos frecuentes de la diabetes
Ronquidos
Debido a las dificultades provocadas por los problemas respiratorios en el sueño, la presencia de azúcar en la sangre aumenta. Esto se llama apnea del sueño y las responsables son las hormonas del estrés. Sin embargo, los ronquidos pueden ser síntomas de muchas enfermedades, incluida la diabetes. Se caracterizan por intervalos respiratorios debidos al relajamiento de los músculos, encogiendo las vías respiratorias. Los ronquidos surgen perjudicando la entrada de aire en los pulmones, haciendo que pare el metabolismo de la glucosa.
Dificultades de audición
En caso de que necesite aumentar el volumen de la tele para oír mejor, o si pide a su interlocutor que repita lo que ha dicho, busque ayuda médica. Algunas investigaciones han probado que los problemas auditivos pueden sugerir diabetes. Quien tiene más azúcar en la sangre corre mayor riesgo de tener daños auditivos que las otras personas. El motivo es el daño que la elevada glucosa provoca en los vasos sanguíneos y en los nervios del oído interno.
Cuero cabelludo o caspa
Siempre que la sangre tiene demasiada azúcar, el organismo intenta librarse de ella a través de la orina. Sin embargo, si se elimina demasiada, determinadas partes del cuerpo se deshidratan generando incómodas escamas en el cuero cabelludo.
También puede aparecer caspa (dermatitis seborreica). La piel es el órgano humano más grande e incluye el cuero cabelludo. Por eso, si está inflamado, es más propenso a infectarse por el hongo Pityrosporum, que provoca caspa. Este hongo vive de la grasa del cuero cabelludo y se extiende rápidamente en forma de pequeñas escamas blancas.
Cambios en la visión
Esta enfermedad altera los fluidos corporales, por tanto, la visión. Ciertos diabéticos, antes del diagnóstico, pueden ver bien y por eso dejan de usar gafas, sin embargo, cuando la glucosa está regulada van a necesitarlas de nuevo. Pero no se preocupe porque no se trata de retinopatía diabética, enfermedad que origina la obstrucción de los vasos sanguíneos de la parte trasera de los ojos.
En las fases más iniciales de la enfermedad, el ojo no es capaz de enfocar porque los niveles de glucosa son altos. Esto puede provocar alteraciones en la forma de los ojos, pero no significa que vaya a dejar de ver a causa de la diabetes. Después de un tiempo, el nivel de azúcar se regularizará y dejará de tener estas dificultades si lo mantiene controlado.
Irritaciones cutáneas
Cuando la glucosa esté en niveles máximos, la piel se vuelve seca y dan ganas de rascarse los pies, las manos, las piernas o los brazos. Si nota picor o irritación en la piel, compruebe si se debe al clima, si no, debe hacer un análisis de sangre para ver los niveles de glucosa. Esta enfermedad alcanza a la circulación de la sangre y las extremidades son las más propensas a la irritación.
Por mucho que estos síntomas desconocidos puedan deberse a otras enfermedades, ¡no los ignore! ¡Hable con un médico para que le dé un diagnóstico y tratamiento!
Vea el siguiente video para más información acerca de estos síntomas poco conocidos sobre la diabetes:
