El síndrome de pánico, o trastorno de pánico, se caracteriza como un trastorno de ansiedad. El Ministerio de Salud de Brasil explica que quienes padecen esta afección tienen grandes ataques de ansiedad que, muchas veces, tiene lugar sin motivos reales. Estos son episodios inesperados de miedo absoluto y desesperación. Los síntomas son físicos e incapacitantes.
Las crisis son cortas y pueden durar entre 5 y 20 minutos, pero son muy intensas. También hay momentos entre crisis, cargados de síntomas específicos de la enfermedad, y no se sabe cuándo surgirá otra crisis. Esta no tiene previsibilidad y puede ocurrir unos minutos o meses después de la primera.
Para el Ministerio de Salud de Brasil, los primeros signos del síndrome de pánico comienzan a aparecer entre los 20 y los 30 años, afectando mucho a más mujeres que a hombres. Es causado por múltiples factores, que involucran la línea genética de la persona, factores biológicos, neuroquímicos, psicológicos y sociales.
Síntomas de síndrome del pánico
Algunos síntomas son más leves y pueden interpretarse solo como una precaución exagerada, ansiedad o pueden confundirse hasta con la depresión, lo que no está relacionado, ya que ambos pueden ser parte del diagnóstico del paciente. Mira cuáles son los principales síntomas que ocurren durante la crisis.
1. Miedo a morir
Tan pronto como empiezan los síntomas, algunas personas sienten que están a punto de morirse, como si nunca fueran a sobrevivir a esa crisis. Esto sucede debido a la suma de las reacciones físicas presentadas, como taquicardia, sudoración, palpitaciones, dolor en el pecho y muchas otras. No obstante, también existe la influencia de factores psicológicos, en una mezcla de sentimientos y explosión de hormonas, además de los cambios en el funcionamiento de las sintaxis neuronales.
2. Miedo a enloquecer
El miedo a perder totalmente el control y volverse loco es más común en las personas que han experimentado una crisis anteriormente y saben que es una enfermedad física y psicosocial. Estos pacientes hacen ligaciones muy rápidas entre secuencias de ideas desconectadas, lo que puede empeorar la situación. En ese momento, existe la posibilidad de que se te pase por la cabeza que hay posibilidades de perder el control y enloquecer.
3. Despersonalización
En el auge de la crisis, se puede generar la despersonalización. Esta despersonalización es la impresión de un desapego total con la realidad en el entorno, haciendo que la percepción de lo que ocurre alrededor se minimiza y distorsiona. Parece que la persona está en un sueño, teniendo, en consecuencia, una visión distorsionada del mundo que lo rodea e incluso de sí misma.
4. Dolor en el pecho y taquicardia
Uno de los síntomas principales, y más comunes, entre las personas que padecen la enfermedad es la aparición de dolor torácico agudo, como si tuvieran un ataque cardíaco. Asimismo, pueden sentir la palpitación tanto en la región del cuello como en el pecho, intensamente y presentan una falta de ritmo en la frecuencia cardíaca, taquicardia.
5. Falta de aire
La falta de aire también está presente en muchos casos de síndrome de pánico, que ocurre no solo en tiempos de crisis, sino también en muchos otros, de una manera menos acentuada. Durante los momentos más difíciles, se presenta como una sensación sofocante, reforzando la sensación de que la persona no sobrevivirá. Esta falta de aire sucede también debido a la aceleración de los latidos del corazón.
6. Sudoración
Durante el momento de la crisis, es absolutamente normal que todo el cuerpo se colapse, aumentando la temperatura, acelerando los latidos y causando una ola de sudor intenso, que puede ser común o sudor frío, cuando la piel está a una temperatura más baja. Puede ocurrir en varias intensidades, desde el sudor de la frente hasta incluso, empapando de la ropa.
7. Problemas gastrointestinales
No solo en el momento de la crisis, sino también en diversos momentos a lo largo del día, pueden ocurrir problemas gastrointestinales, en las más diversas moderaciones. Los mareos, las náuseas, la diarrea y los calambres intestinales pueden ocurrir de forma leve a moderada, pero rara vez adquieren mayores proporciones, hasta el punto de avergonzarse.
8. Mareos
También es bastante común fuera de los momentos de crisis, causando el oscurecimiento de la visión y una fuerte presión en la cabeza, además de los sudores ya mencionados anteriormente. Asimismo, también puede darse la sensación de vértigo cuando existe la impresión de que el mundo gira en torno a la persona y que puede caerse en cualquier momento, lo que incluso puede provocar desmayos.
9. Olas de frío o calor
En tiempos de crisis, es normal que los pacientes informen sensaciones de calor extremo, principalmente en la región del tronco, el cuello y la cabeza, en forma de olas. También pueden ocurrir olas frías, que viajan a través del cuerpo, manteniéndose por un tiempo hasta que se alivian. Pueden causar temblores en todo el cuerpo, además del sudor frío.
10. Hormigueo o adormecimento (entumecimiento)
Las partes del cuerpo también pueden adormecerse, dejar de sentirse, como cuando duermes sobre el brazo o cruzas las piernas durante mucho tiempo. De igual manera, se puede producir una sensación de hormigueo, sobre todo en las extremidades, como los brazos y las piernas.
Causas
El síndrome de pánico es multifactorial, teniendo aspectos físicos, psicológicos y sociales. Los expertos coinciden en que todo sucede en el cerebro, puesto que es en este órgano donde se produce el pánico como reacción a un riesgo y lucha en una situación de emergencia.
Este pánico causado por el cerebro es recibido por el cuerpo como un signo de gran peligro, es una reacción inicial del ser humano, con el fin de garantizar la supervivencia de la especie. Sin embargo, en la actualidad no son tan importantes, pero tienen participación directa en momentos de crisis en el síndrome de pánico.
La doctora psiquiátrica Carolina Meira Moser explica que el síndrome de pánico no puede explicarse por una sola causa, sino por un conjunto de factores.
El uso de algunos medicamentos puede generar crisis en las personas que tienen propensión, como es el caso de los corticosteroides, las anfetaminas, los medicamentos para adelgazar y algunos para mejorar la concentración y la focalización. Las drogas psicoestimulantes ilícitas también pueden desencadenar las crisis.
Tratamiento
El tratamiento se realiza a través del diagnóstico correcto, la búsqueda de factores determinantes y desencadenantes, el tratamiento con un psicólogo, para cuidar del abordaje y enfoque psicosocial y con el psiquiatra, para abordar el carácter fisiológico del cerebro y el cuerpo en su conjunto, con la posible prescripción de medicamentos.
¿Cuál es la diferente entre ansiedad y el síndrome del pánico?
A pesar de ser bastante similares, como la sensación de que algo muy malo está por pasar, la taquicardia, la sudoración y otros, la ansiedad y el síndrome de pánico se diferencian en algunos factores muy claros.
Los ataques de pánico son cortos y rápidos, así como intensos y comienzan de repente. En lo que respecta a la ansiedad, esta demora un mayor tiempo, siendo mucho menos intensa y crece gradualmente, teniendo, al final, los síntomas muy parecidos.