La Navidad siempre se presenta como un tiempo de felicidad, jolgorio, reuniones y le da la posibilidad a las personas de pasar más tiempo con sus allegados. A pesar de ello, hay gente que no vive esta época del año con tanta alegría, ya que la tristeza y la ansiedad los embargó al recordar a aquellos que ya partieron. Si este es tu caso, puedes aprender aquí unos trucos para reponerte al síndrome de la silla vacía.
Consejos para poder superar el síndrome de la silla vacía
Para ciertos individuos, lo peor de las Navidades no es tener que soportar a ese primo, cuñado o suegra que tan mal les cae, sino hacer frente al síndrome de la silla vacía. Y es que en estos festejos en los que se reúne la familia, es inevitable pensar en las personas que ya no están. No obstante, para quienes padecen este cuadro clínico se les hace muy difícil esta celebración.
Lo que sí es que es importante apuntar, es que no hay un medicamento que sea capaz de curar el dolor que crea la ausencia de las personas que uno quiere. Pero, existen algunas recomendaciones que son de ayuda para disminuir el malestar.
Colabora en Nochebuena, Navidad y Nochevieja
Actividades como preparar las sobremesas, hacer adornos, adornar la mesa o preparar la lista de reproducción de canciones hará que estés distraído. Al mismo tiempo, al colaborar le estarás quitando trabajo a otras personas, y esto también les beneficiará a ellos porque no se agobiarán al tener que realizar todo solos y podrán disfrutar de la festividad.
Modificar la distribución de la casa
Si durante las fiestas siempre hiciste la distribución de la casa de una forma, modifícala. Así, el salón estará distinto y no te tendrás tanto la sensación del síndrome de la silla vacía. Lo mismo puedes hacer con la decoración.
Otra alternativa es combinar con tus familiares, y festejar las Navidades en una casa diferente de la que lo hacéis habitualmente o en un restaurante.
Llora si es lo que necesitas
No hay nada de malo en llorar. Si lo necesitas: ¡hazlo! Igualmente, habla y desahógate y suelta el nudo que tienes en la garganta para sentirte mejor y más aliviado.
Superar no es sinónimo de olvidar
En ocasiones, se tiene la visión errónea de que no se puede charlar sobre un familiar ya fallecido, y este se vuelve un tema tabú. Es más, recordarlo puede convertirse en algo bueno y positivo para la mente.
Gestionar el fallecimiento con empatía, cariño y resiliencia también es fundamental para aprender a canalizar los sentimientos de tristeza. El que superes una situación, no implica que te vayas a olvidar de es persona que fue, es y siempre será tan especial para ti.
No te mortifiques por sentirte sobrepasado
El pavor a exteriorizar el duelo es malo. Hay gente que lo hace para no preocupar a los demás, pero esta actitud es peor. Si no sabes cómo sobrellevar las cosas, no te culpes por ello. Todo el mundo en algún momento de su vida se siente sobrepasado con una situación, y por eso no tienes que mortificarte. Siempre sé sincero contigo mismo y con las personas que te rodean.
Pedir ayuda a un profesional para aprender a reponerse de la pérdida de un familiar puede ser una alternativa muy buena.
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Para finalizar, en el próximo vídeo puedes conocer más consejos para superar el síndrome de la silla vacía.