El síndrome de burnout o del quemado es una patología mental que se produce cuando una persona intenta ser el número 1 en todos los ámbitos de vida. Esto incluye tener una vida social muy activa, lograr siempre unos objetivos altos en el trabajo, realizar deporte a alto nivel y descansar lo suficiente.
9 Síntomas del síndrome de burnout que te impiden progresar
La acumulación de tareas, poco a poco, va creando un estrés significativo en el organismo hasta el punto que se pierden las fuerzas y energías por hacer las cosas. Esta desgana es lo que se conoce como síndrome de burnout. A seguir se exponen cuáles son los síntomas del síndrome del quemado.
Detestar las responsabilidades
Padecer síndrome de burnout hace que detestes las responsabilidades. El sólo hecho de tener que abrir la agenda, responder emails, contestar llamadas o tener que hacer reuniones te estresa. Eso que antes te gustaba porque te sentías importante y veías que tu aportación era vital, ahora se ha convertido en tu peor enemiga.
Descubre aquí unas consecuencias del estrés laboral que puedes evitar.
No quieres relacionarte con nadie
Otro de los síntomas que reflejan que estás padeciendo el síndrome del quemado es la inapetencia por comunicarte con los demás. Por ejemplo, cuando llega la hora de la comida, quieres estar solo y te pone de mal humor tener que compartir ese tiempo con alguien. En conclusión, te vuelves un antisocial.
Problemas para dormir
¿Por muy agotado que estés, te pasas las noches en vela? Éste podría ser un síntoma claro de que tienes el síndrome de burnout. Uno de los factores que dificultan que concilies el sueño es que no dejas las preocupaciones al lado. Para ello, puedes emplear la técnica militar para dormirse en 2 minutos.
Dificultad para recordar las cosas
Otra de las consecuencias que se derivan de padecer el síndrome del quemado es la dificultad a la hora de memorizar las cosas. Por muy importantes y/o simples que sean, no consigues acordarte de ellas. Para evitar cierta situación, tienes que anotarlas.
Cambio de humor
Sufrir el síndrome del quemado también propicia que tu sentido del humor sea cosa del pasado. Ahora cualquier cosa te irrita, te saca de tus casillas y todo te molesta hasta el punto de que te estás convirtiendo en una persona tóxica.
Pesimismo
Ante una complicación, ves el vaso medio vacío en vez de medio lleno. Lo que antiguamente sería un reto o desafío por mejorar, ahora es una catástrofe en la que pones toda tu negatividad y te vienes abajo.
Pereza
El estrés que produce intentar hacer 1.000 cosas a la vez puede llegar a convertirse en un abandono o apatía al pensar que no vale la pena el esfuerzo realizado porque tus acciones no van a cambiar absolutamente nada.
Siempre estás cansado
Cada vez haces menos cosas ya que el desasosiego se ha apoderado de ti, pero, a la vez, estás más cansado que nunca. Éste también es un indicador de que estás entrando en una fase de cansancio emocional.
Estás débil
El estado de ánimo y la salud mental juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento de tu cuerpo. Por ello, padecer el síndrome del quemado puede repercutir en tu salud de manera negativa. Puede que empieces a tener menos hambre, a sentir mareos y malestar, a ponerte malo con mucha frecuencia e incluso a sentir que el corazón se te acelera.
¿Qué hacer para combatir el síndrome del quemado?
Con el fin de volver a ser tú de nuevo y recuperar tu espíritu luchador, el primer paso es aceptar que una persona no puede hacer el trabajo de 10 ya que no eres omnipotente.
Asimismo, es importante que sigas una dieta saludable, que tomes agua para hidratarte y que intentes conciliar el sueño. Para ello, puedes beber unas infusiones para dormir o bañarte de noche.
Practicar ejercicios de relajación también es muy favorable para decir adiós al síndrome de burnout. Aquí puedes conocer unos consejos eficaces para frenar el estrés.
Por otro lado, ir a un centro para que te hagan un masaje es, igualmente, ventajoso para combatir esta patología porque permite disminuir el nivel de la hormona que produce estrés: la hormona cortisol.
Consejo final:
Si consideras que necesitas un psicólogo para poder salir del pozo donde estás, no lo dudes ni un segundo y busca la ayuda de un profesional. También puedes conocer unas convicciones de las personas emocionalmente estables que contribuirán a solucionar tu problema.
Por último, en el siguiente vídeo tienes la posibilidad de saber cómo afecta el síndrome de burnout a tu sexualidad.