Verifique siempre la etiqueta de las frutas y de las legumbres, pues siempre que el algoritmo comience por 8 es mejor no comprar.
No solo los rótulos de los productos embalados revelan información sobre lo que hay en el interior. Lo mismo pasa en las etiquetas colocadas sobre frutas y legumbres. Estas etiquetas no sirven únicamente para hacer publicidad a la marca, sino para indicar cómo fueron producidos.
Es por este motivo que debemos prestar atención a las etiquetas. Estas nos ayudan a distinguir entre los productos orgánicos, los que son cultivados con recursos agrotóxicos y aquellos cuya composición fue alterada genéticamente.
¿Cómo interpretar los rótulos de legumbres, frutas y verduras?
Los algoritmos corresponden al llamado código PLU, que indica el modo en que fue cultivado el alimento.
Si el algoritmo de la etiqueta es de apenas 4 dígitos, significa que el producto es resultado de una producción tradicional, que recurre a pesticidas y fertilizantes.
El número 8 en el inicio de un algoritmo de 5 dígitos indica que el producto es un organismo genéticamente modificado (OGM). Ahora que aprendió esta importante información, revise siempre las etiquetas y evite comprar estos productos.
Alimentos en los que frecuentemente se encuentran más productos químicos:
- Cereza
- Espinaca
- Manzana
- Fresa
- Durazno o albaricoque
- Pimiento
- Tomate
- Uva
Productos que normalmente no son producidos con químicos:
- Aguacate
- Piña o ananás
- Espárragos
- Guisantes
- Cebolla
- Manga
- Maíz
- Papaya o lechosa
- Kiwi
Nunca está de más reforzar: tenga cuidado y preste atención a las etiquetas. Escoja productos saludables. ¡Su organismo se lo agradecerá!
Para saber más vea el siguiente vídeo: