Hablar de autismo no es sencillo, pero es necesario. El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición que se presenta en diferentes intensidades. Esto quiere decir que no todos los niños autistas tendrán los mismos hábitos y comportamientos.
Por ello, las señales de autismo que conocerás ahora no aparecerán necesariamente al mismo tiempo. Algunos niños ni siquiera desarrollan todos los signos, mientras que otros desarrollan síntomas además de los mencionados, que pueden deberse a otros trastornos asociados.
Y, además de eso, no significa que tu hijo sea autista, si identificas que tiene alguno de estos signos. En cualquier caso, esta lista, que verás, a continuación, sirve de base para observar a tu hijo y llevarlo al médico, si considera que es necesario.
1. Rabietas sin motivo aparente
Los niños tienen rabietas, eso es un hecho. Especialmente en la primera infancia, son tercos, gritan, lloran y golpean cosas cuando todavía no saben cómo lidiar con la frustración.
A pesar de ello, en el caso del niño autista, la rabieta ocurre porque está recibiendo un exceso de estímulo, incluso cuando los padres piensan que el entorno a su alrededor es normal y tranquilo.
Entonces, aunque le des lo que crees que quiere el niño, y no lo resuelvas, es bueno estar pendiente de otras posibles causas, como el ruido, la cantidad de personas y la iluminación del ambiente.
2. Golpearse la cabeza
Los niños autistas suelen desarrollan comportamientos repetitivos, uno de los cuales es golpearse la cabeza. Esta es una forma de autoestimulación. Resulta que esta es una señal peligrosa, ya que el niño puede lastimarse. En estos casos, se debe retirar al pequeño del lugar donde se está golpeando la cabeza, y se debe estimular con otra cosa.
3. Aplaudir
Aplaudir es otro comportamiento repetitivo que muchos niños autistas sienten la necesidad de realizar, especialmente después de los 3 años de edad, cuando este comportamiento ya no se considera normal. Al igual que golpearse la cabeza, este estímulo es una forma de que el niño pueda concentrarse en una sola cosa para afrontar los excesos de estímulos que está recibiendo en ese momento.
4. Agresividad extrema
Muchos niños son agresivos, especialmente cuando los ejemplos dentro de su casa son agresivos o no se atiende al crío cuando necesita atención. Algunos son agresivos incluso cuando juegan, ya que no tienen un sentido real de este acto.
Pero, en el caso de los niños autistas, realizan actos agresivos como si lo estuvieran disfrutando, incluso contra ellos mismos.
Las razones pueden ser la dificultad para comunicar sus deseos y necesidades, la falta de comprensión de lo que ocurre a su alrededor, la ansiedad, la tensión, el alivio del estrés y la necesidad de autoestimulación para aliviar la sobrecarga.
5. Falta de respuesta
Como los estímulos sonoros son exagerados para el niño autista, en ocasiones ni siquiera se da cuenta de que alguien le está informando, porque está escuchando muchas cosas al mismo tiempo. El niño puede estar distraído en sus pensamientos, retraído o muy concentrado, y no se debe a problemas auditivos.
6. Obsesión por objetos
Esta es una de las señales de autismo más conocidas en los niños que padecen este trastorno. La obsesión desarrollada puede deberse a las más variadas cosas y tipos de objetos. Generalmente, el niño se apega a alguna actividad y la sigue haciendo durante muchas horas. Así es como muchas personas autistas se vuelven tan buenas en ciertas cosas, porque las hacen intensamente.
7. Andar de puntillas
Es normal que los niños anden de puntillas de vez en cuando, ya que son bebés y están aprendiendo a caminar. Cuando crecen un poco, pueden hacer esto para jugar. En el caso de los niños autistas, este comportamiento se repite, y vale la pena prestar atención a la frecuencia con la que lo realiza.
8. Ausencia de contacto visual
Esta es otra de las señales de autismo. Los niños no hacen contacto visual con las personas, ni siquiera con sus padres u otros allegados. Este es el tipo de comportamiento que puede continuar a lo largo de la vida, y los motivos varían en cada caso.
9. Falta de comunicación verbal, repetición de palabras o retraso al hablar
Después de los 3 años, es normal que los niños hablen “por los codos”. Si tu hijo usa muy pocas palabras para comunicarse, o si tiene el hábito de repetir ciertas palabras o frases varias veces, puede ser una señal de advertencia. No significa que no esté aprendiendo a hablar, simplemente no puede expresarse como se esperaba.
Qué hacer
Al notar que el niño tiene algunos de estas señales de autismo, los padres deben llevarlo al pediatra para una evaluación. Si el médico encuentra que realmente se puede tratar de este trastorno, entonces se llamará a otros profesionales de la salud para realizar el diagnóstico correcto. Cuanto antes los padres presten atención a las señales y busquen ayuda profesional, mejor será la calidad de vida y el desarrollo del pequeño.
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