Cuando un hombre se pone de rodillas y decide ponerle el anillo de compromiso a su novia en la mano es uno de los momentos más románticos y bonitos para los dos. Es el inicio de una nueva etapa en la vida de ambos y de un compromiso. Pero dicha joya puede llegar a causar ciertos problemas, en ocasiones. Es por ello que una mujer se traga su propio anillo de compromiso.
Se traga su propio anillo de compromiso para evitar una tragedia
Jenna Evans vivió una pesadilla despierta. Tanto es así, que al día siguiente de lo ocurrido, cuando se despertó creyó haber vivido un sueño. Mientras viajaba en el tren con su prometido Bobby, la mujer se traga su propio anillo de compromiso para evitar que unos desalmados se hiciesen con él.
Al levantarse en su hogar situado en California, en un principio se sintió desorientada, pero después se dio cuenta de lo que había hecho para evitar que unos asaltantes se hiciesen con su anillo de 2,4 quilates.
En su cuenta de Facebook, la joven comentó que ante el desconcierto pensó: “en caso de que no se haya perdido, me tragué mi anillo de compromiso mientras dormía la noche del martes. Recuerdo habérmelo tragado, pero pensé que todo había sido un sueño así que me volví a dormir porque, ¡quién rayos se traga su anillo de compromiso!”
La solución fue una operación
Una vez asumido lo ocurrido, Evans tuvo que acudir al hospital para ver cuál era la mejor manera de expulsar la joya de su organismo.
Gracias a una prueba de rayos X, los médicos pudieron ver dónde estaba localizado el anillo. Debido a la dimensión de este, los doctores decidieron que la mejor manera para extraerlo era realizando una cirugía. No obstante, antes de entrar al quirófano tuvo que firmar unos papeles por si le pasaba algo en la operación y fallecía.
La mujer de 29 años comentó en su Facebook, “lloré mucho porque me enfadaba mucho la idea de morir. Había esperado demasiado tiempo por ese maldito anillo de compromiso y ¡me voy a casar con Bobby Howell!”
Por suerte, a Jenna Evans no le pasó nada y la operación salió bien. A pesar de ello, debido a los efectos de la anestesia se levantó “llorando de manera histérica. Estaba muy feliz, peor no sé si puedo mirar el anillo y apreciarlo de la misma manera”, comentó en la ABC.
Tras extraer la joya, los médicos se la entregaron a Bobby y cuando este se lo dio de nuevo a su prometida, esta la prometió “no volver a tragármelo otra vez, todavía nos vamos a casar”.
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Para acabar, en el próximo video podrás descubrir qué se debería hacer cuando un niño se traga un objeto.