Si notas que hay sangre en el papel higiénico después de defecar, no empieces a pensar que son hemorroides, ya que puede que no lo sea. El sangrado del ano también puede suceder debido a fisuras o fístulas. Conoce cuál es la diferencia entre estas tres causas de sangrado anal.
Hemorroides
Sí, es posible que tengas hemorroides, pero el sangrado anal no es un diagnóstico inmediato de hemorroides. Esta enfermedad se produce a causa de la dilatación de los vasos sanguíneos del ano.
Cuando haces un gran esfuerzo para evacuar y las heces están secas y duras, estos vasos pueden romperse y sangrar, causando dolor, escozor, hinchazón y secreción blanquecina del ano.
Fisuras
Las fisuras son como pequeños cortes en el borde del ano, que pueden suceder por fuerza excesiva para evacuar, sexo anal, alergia o sequedad de la piel del ano por algún producto o incluso por el papel higiénico.
En casos crónicos, la fisura puede desarrollarse por estrés, ansiedad, remedios que relajan los músculos del esfínter o por una fisura aguda que no ha cicatrizado correctamente.
Las fisuras pueden sangrar, causar quemaduras y malestar, sobre todo después de evacuar y utilizar papel higiénico seco en vez de limpiarse con una ducha o toallitas húmedas.
Fístulas
Las fístulas son pequeñas heridas entre el canal y la piel externa del ano. Casi siempre ocurren debido a la infección e inflamación de las glándulas que existen en esa zona. Estas glándulas producen una secreción en la región del borde del ano y un poco en el canal anal.
En el caso de que estas glándulas se obstruyan, la secreción formará un tipo de ebullición que puede explotar y formar un pequeño orificio que sangra, pica, duele y libera pus. Esta obstrucción de la glándula puede pasar sin ningún motivo o como consecuencia de una enfermedad intestinal.
¿Cómo identificar y tratar el problema?
Debido a que es una zona más escondida u oculta, puede ser difícil diferenciar entre hemorroides, fisuras o fístulas solo por los síntomas.
Lo ideal, si notas sangrado por el ano, consulta a un médico para obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento más adecuado.
Es importante tener este diagnóstico porque cada tipo de sangrado requiere de unos cuidados diferentes. Dependiendo de la gravedad de las hemorroides y fístulas, por ejemplo, puede ser necesario operar a la persona.
En el caso de las fístulas, puede ser suficiente con la aplicación de una pomada, el uso de toallitas húmedas y esperar a que cicatrice.
En todos los casos se recomienda mantener una alimentación saludable y equilibrada, rica en fibra, agua, alimentos integrales y vegetales, para facilitar la evacuación.