La reproducción del rosal por esquejes se puede hacer cuando tengas una rosa o un ramo de rosas. La estaca es el tallo de la rosa. Y no te preocupes, puedes mantener tus flores en el agua primero para disfrutar de toda su belleza, y solo hacer la nueva plántula cuando las flores empiecen a marchitarse.
Prepara el esqueje
El primer paso es preparar el esqueje, es decir, el tallo de la rosa. Puedes usar un tallo tomado del jardín de alguien, o puedes utilizar una rosa ya cortada que te regalaron. Es importante que este tallo tenga de 3 a 5 yemas, que son los estos nudos a lo largo de este donde nacen las nuevas ramas.
La preparación del esqueje consiste en cortar la parte de la flor, cortar la base del tallo (un pedacito de la parte de abajo) y quitar las hojas y espinas más cercanas a la base, dejando solo algunas.
Este corte debe hacerse en diagonal con tijeras de podar. No tiene que ser un corte grande, solo necesitas cortar para renovar ese corte y permitir una mejor absorción de agua y nutrientes. Las tijeras deben esterilizarse con alcohol o vinagre para prevenir enfermedades de las plantas.
Deja el esqueje en las raíces
Este es un consejo importante para facilitar el enraizamiento del esqueje. Compra un enraizador líquido simple en una tienda de jardinería y pon la estaca de rosa en una maceta alta con el enraizamiento diluido en agua en la cantidad recomendada en el embalaje. Deja el tallo en esta mezcla durante 10 minutos. Mientras tanto, prepara la maceta para plantar.
Prepara un recipiente
Para que del esqueje de la rosa crezcan nuevas raíces y plántulas, deberás ponerlo en un recipiente con tierra. Puede ser un jarrón que tenga, al menos, 20 centímetros de profundidad (no necesita ser ancho) y que tenga agujeros debajo para drenar el agua.
A las rosas les gusta una tierra ligeramente arcillosa y ácida. Pero, si tienes una tierra común, menos arcilloso y con un pH neutro, no hay problema. Vale la pena hacer la prueba para ver si tu rosal se adapta.
Planta el esqueje
Pasados los 10 minutos, y con la maceta ya preparada, saca tu esqueje del enraizador y plántalo en la maceta, hasta casi en el fondo, si la estaca es larga. La mayoría de las yemas deben sobresalir de la tierra.
Haz un riego de inmediato y riega un poco cada día. Ten cuidado de no regar en exceso, pero no dejes que la tierra se seque por completo.
Si puedes regar solo una vez al día, hazlo temprano en la mañana. Pon una bolsa de plástico sobre la planta que servirá de invernadero para retener el agua durante más tiempo.
Si puedes regar dos veces al día y hace calor, realiza un riego al mediodía (para que el agua se evapore más rápido) y otro al final de la tarde. Estos riegos deben repetirse durante unos 15 a 20 días, que es el tiempo que demora la planta en echar raíces y empezar a dar nuevos brotes.
Resiembra definitiva
Cuando notes que tu esqueje tiene brotes a los lados, donde están las yemas, puedes replantarlo en el jardín o en una maceta más grande para que pueda crecer bien y echar raíces más fuertes. Después de los pasos mencionados, está hecho. Solo espera a que tu rosal se desarrolle y dé nuevas rosas. Riega con regularidad y escoge un lugar donde le dé el sol, al menos, 4 horas al día.