El hígado graso es el nombre dado al problema del exceso de grasa acumulada en el hígado. Este problema proviene de una alimentación deficiente, rica en grasas y un estilo de vida sedentario. También puede originarse o agravarse en quienes padecen diabetes y colesterol alto, ya que hacen que la grasa se acumule en el hígado. La forma de tratar este problema es hacer cambios en un estilo de vida más saludable, lo que incluye opciones de remedios caseros para el hígado graso.
Los mejores remedios caseros para el hígado graso
El término médico para el hígado graso es esteatosis hepática. Además de un estilo de vida sedentario y una alimentación deficiente, algunas personas también pueden desarrollar esta enfermedad debido al uso de ciertos tipos de medicamentos y enfermedades metabólicas genéticas.
Por eso, conoce, a seguir, cuáles son las opciones de remedios caseros para el hígado graso, pero antes de comenzar a usarlos, consulta a un médico para conocer la causa del problema y recibir un tratamiento completo. Los remedios caseros funcionan solo como complemento del tratamiento médico.
1. Alimentación saludable
Los cuidados con una alimentación saludable y equilibrada son esenciales para prevenir la acumulación de grasa en el hígado. Siendo así, el primer paso para resolver este problema es consultar a un nutricionista para que te haga un plan de alimentación destinado a reducir la grasa en el hígado.
Este plan, en general, te prohibirá o reducirá tanto como sea posible el consumo de grasas trans, azúcares industrializados y refinados, carnes rojas, beicon, embutidos y todas las golosinas industrializadas que puedas imaginar. Las bebidas alcohólicas también están en la lista de cosas a evitar.
También, tu dieta incluirá muchas frutas, verduras, legumbres, semillas, granos y cereales integrales, productos lácteos y carnes magras, todo con mucha agua como acompañamiento.
2. Práctica de actividad física
Se puede decir que practicar actividad física a diario es uno de los remedios caseros para el hígado graso, ya que no tienes que pagar nada ni salir de casa para comenzar. Incluso con una dieta saludable, es una de las formas más efectivas para deshacerse de la enfermedad.
Escoge la mejor actividad física para tu edad y estilo de vida. Al decidir qué hacer, empieza sin pensarlo dos veces. Si tienes alguna limitación física, habla primero con tu médico para evitar lesiones. Puedes hacer cualquier cosa, desde caminar por el parque hasta actividades como natación, yoga y baile con tu grupo de amigos.
3. Té verde
El famoso té verde es un óptimo aliado entre las opciones de remedios caseros para el hígado graso. Este té contiene muchos antioxidantes y catequinas, sustancias que ayudan a regular las enzimas que eliminan de a poco la grasa acumulada en el hígado.
El té se puede preparar mezclando 1 cucharada de té verde en 1 taza de agua caliente. El agua no puede hervir. Al chisporrotear, apaga el fuego, añade el té y déjalo reposar durante 3 minutos. Después, cuélalo y tómalo tibio, dos veces al día. Evita tomarlo antes de ir a dormir porque este té contiene cafeína y puede perturbarte el sueño.
4. Té de boldo
Cualquiera que haya sufrido una resaca y haya decidido tomar un té boldo sabe que el efecto fue positivo. Este té de resaca mejorará la digestión o ayudará a que expulses lo que está haciendo daño en tu estómago. Este mismo efecto ayuda a tratar en el hígado graso.
Esto se debe a que el boldo contiene una sustancia llamada lactona que ayuda en la digestión de las grasas ingeridas. Haz el té de la misma manera que el té verde, manteniendo una buena alimentación para que realmente tenga efecto.
5. Zumo de remolacha
¿Prefieres beber zumos en lugar de infusiones? Entonces opta por remolachas frescas y haz jugos todos los días, tomando un vaso o dos en diferentes momentos. La remolacha tiene propiedades poderosas que contribuyen a la reducción de la inflamación en el hígado y a la producción de enzimas hepáticas que metabolizan la grasa. Este zumo también mejora la circulación sanguínea, ayudando a prevenir o tratar problemas con el sistema cardiovascular, importante para cuidar bien el hígado.
6. Grasas saludables
Es probable que tu nutricionista incluya una cierta cantidad de grasas saludables en tu plan de alimentación para el hígado graso. Las grasas saludables funcionan al contrario de las grasas malas, ayudando a limpiar el hígado y mejorando su funcionamiento. De hecho, ayudan a mejorar las funciones de todo el cuerpo.
Estas grasas están presentes en castañas, almendras, nuez de macadamias, avellanas, pulpa de coco, aceitunas, aceite de oliva virgen extra, aguacate y carne de pescado graso como el salmón, la caballa, las sardinas y el atún. Puedes mantener una alimentación sabrosa, muy saludable y bien diferenciada.
7. Té de alcachofa
Si no consumes alcachofas en casa, debes saber que puede ser un gran aliado en el tratamiento del hígado graso. Por lo tanto, es hora de que empieces a consumirlas. Las alcachofas mejoran la bilis, regeneran las células del hígado, reducen el colesterol, son excelentes antioxidantes, ayudan a eliminar la retención de líquidos y el exceso de azúcar en la sangre.
Puedes hacer té con hojas de alcachofa y agua, o puede consumirlas hervidas, horneadas, como una ensalada fría y varias otras formas que desees en el día a día.
Ten en cuenta que los datos expuestos en este artículo no remplazan a la opinión de un médico. Por lo tanto, antes de incluir cualquier alimento en tu dieta, consulta primero con un especialista si es adecuado en tu caso.
Aprovecha la oportunidad de conocer los principales síntomas de la grasa en el hígado en el siguiente vídeo.
