Es muy común en algunos países tener la costumbre de quitarse los zapatos antes de entrar en casa. Esto puede suceder debido a aspectos culturales o por razones de higiene. Incluso en Japón y otras culturas orientales, no quitarse los zapatos antes de entrar en un ambiente cerrado se considera una gran falta de respeto.
En Occidente, sin embargo, este hábito no es tanto, lo mantienen algunas regiones, como Canadá, por ejemplo. Entonces la pregunta sigue siendo, ¿es realmente necesario quitarse los zapatos antes de entrar a la casa? Consulta el análisis sobre el tema, y reflexione sobre si es importante para ti y el estilo de vida de tu familia.
¿Quitarse los zapatos antes de entrar en casa es bueno?
Es un hecho que las suelas de los zapatos transportan diversas bacterias del ambiente externo, variando la concentración dependiendo de dónde hayas estado. Por ejemplo, si estuviste en un concierto, un baño público, un estadio de fútbol u otros lugares como estos, tus zapatos volverán con una mayor cantidad y diversidad de bacterias.
Cabe destacar que el calzado puede transportar una gran concentración de la bacteria E. coli, normalmente conocida como bacteria fecal. Esta puede ser la causa de enfermedades en el tracto digestivo y urinario, aunque gran parte de esta variedad es inofensiva para la salud humana y reside en el tracto intestinal.
Otro punto importante a destacar es que la suela del zapato es el lugar donde la mayoría de los tipos de bacterias se concentran más en el espacio de convivio de la casa. No obstante, para una persona que tenga una buena salud, estas bacterias casi no tienen riesgos para la salud, excepto por el contacto directo que causa la transmisión.
O sea, este se contaminará si toca la suela del zapato, y luego se rasca el ojo o se lleva la mano a la boca. Por esta razón, el zapato no puede considerarse como un agente transmisor de bacterias, ya que este escenario de contagio es poco usual.
Otras fuentes de contaminación
Comer alimentos que se han caído al suelo o no lavarse las manos después de tocar dinero, el asiento del metro, las puertas de los establecimientos y otros lugares son actitudes que tienen un riesgo mucho mayor de contagio. Por lo tanto, para las personas que se encuentran en un estado regular de salud, los zapatos son inofensivos.
De este modo, se puede concluir que quitarse los zapatos antes de entrar en casa es más una actitud condicionada por los hábitos culturales que una simple preocupación por la higiene. Es una práctica subjetiva que no necesita juicios preestablecidos, y depende de la persona misma si se quitará los zapatos antes de entrar o no.
Es importante saber que hay casos fundamentales para quitarse los zapatos. Es decir, en algunas situaciones, es realmente importante para la salud de la persona quitarse los zapatos antes de entrar. Un ejemplo es cuando el bebé está gateando, ya que sus manos están en contacto directo con el suelo y la boca y cuando la persona tiene la inmunidad baja. Depende de ti quitarte o no los zapatos antes de entrar en casa.