Quiropraxia
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¿Qué es la quiropraxia y para qué sirve?

Aprenda a conocer la función y beneficios de esta disciplina profesional

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La quiropraxia se trata de una disciplina profesional que permite diagnosticar, tratar y prevenir los problemas de desorden neuro-músculo-esqueléticos, es decir, ayuda a tratar y trabajar los problemas de salud que se expresan en la relación entre el sistema nervioso, muscular y óseo.

Esta disciplina profesional es comprendida por muchos como una terapia alternativa. Se centra en el concepto de enfermedades por subluxación, la cual es definida en la página de Sanitas.es como “desplazamiento de una articulación a consecuencia del estiramiento de los tejidos blandos”.

Se presenta como una opción a las intervenciones quirúrgicas invasivas, que muchas veces resultan innecesarias, así como una alternativa ante tratamientos farmacéuticos. En este sentido, constituye un mecanismo bastante saludable y sin complicaciones, siempre que sea aplicado por un profesional certificado.

Indicaciones

Para los quiroprácticos, los desórdenes neuro-músculo-esqueléticos devienen de posturas y movimientos inadecuados, así como de golpes, esfuerzos exagerados y otras posibilidades. En consecuencia, la quiropraxia se centra más en problemas como:

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  • Nervio ciático;
  • Problemas de movilidad;
  • Pelvis;
  • Cuello;
  • Muslos,
  • Caderas;
  • Espalda;
  • Hombros;
  • Brazos.

Incluso también puede ayudar a tratar:

  • Colon irritable;
  • Gastritis;
  • Vértigos,
  • Mareos.

El quiropráctico necesitará una entrevista con el paciente y un examen presencial para poder ayudar a establecer el diagnóstico. El tratamiento podrá incluir ejercicios para la rehabilitación de alguna zona en particular y sugerencias para una reeducación de los hábitos cotidianos del mismo.

Contraindicaciones

La quiropraxia tiene sus bemoles, a pesar de basarse en un sistema natural. Lo primero que hay que decir es que solo un profesional certificado puede actuar como quiropráctico. Asimismo, no todas las personas pueden o les conviene soportar una terapia quiropráctica. Esta disciplina puede estar contraindicada para los siguientes casos:

  • Escoleosis;
  • Tuberculosis ósea;
  • Osteoporosis activa;
  • Espondilolistesis;
  • Enfermedades respiratorias;
  • Enfermedades vasculares;
  • Artritis aguda;
  • Ruptura de los ligamentos;
  • Ostopenia;
  • Procesos postquirúrgicos con prótesis;
  • Cáncer;
  • Lesiones del sistema neurológico central;
  • Demencia orgánica;
  • Enfermedades de la piel;
  • Enfermedades venéreas;
  • Fracturas, entre otras.

Consejos finales

En este sentido, es muy importante que el paciente procure un buen candidato para atenderlo, pues la columna es un centro de poder muy delicado. Consulte a su médico de confianza y espere a que le remita a un profesional certificado.

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Si usted quiere saber más sobre esta terapia alternativa, le recomendamos el siguiente vídeo que le iluminará mucho sobre los detalles:

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