La próstata es una glándula de solo tres centímetros de diámetro. Está se encuentra en la parte inicial de la uretra y en la base de la vejiga y produce el líquido que se eyacula junto con los espermatozoides. Este líquido es alcalino y tiene la función de proteger el esperma de la acidez dentro de la vagina. Frecuentemente, los hombres sufren de enfermedades de la próstata como la prostatitis.
Qué es la prostatitis
De acuerdo con el Instituto Lado a Lado pela Vida, la prostatitis es una inflamación que ocurre en la próstata y hace que crezca de manera anormal. En la mayoría de los casos, la enfermedad es aguda, causada por una infección bacteriana, pero también puede ocurrir por infección por virus u hongos. Además, también puede suceder naturalmente con la edad avanzada, llamada prostatitis crónica.
Síntomas
Sus síntomas están relacionados con el aparato reproductor y urinario del paciente, pudiendo surgir varios al mismo tiempo o a penas unos pocos, dependiendo de la etapa de la enfermedad.
Síntomas relacionados con la vejiga
- Dificultad para comenzar a orinar;
- Flujo muy débil de orina;
- Deseo frecuente de orinar;
- Presencia de gotas de orina en la ropa interior;
- Sensación de vejiga siempre llena, incluso después de orinar;
- Molestias al miccionar.
Síntomas relacionados con la próstata
- Dolor al eyacular;
- Presencia de sangre en el semen;
- Dolor en los testículos o cerca del ano.
Síntomas de infección
- Fiebre;
- Escalofríos.
¿Tiene cura?
Sí, en general, los casos agudos son curables, especialmente si el paciente busca ayuda médica tan pronto como perciba algún síntoma. Pero existe el riesgo de que el problema vuelva a surgir. En el caso de una enfermedad crónica, que dura varios meses, el problema no siempre se cura, pero la inflamación se disminuye considerablemente.
Tratamientos
El tratamiento será determinado por el urólogo después de examinar al paciente y llegar al diagnóstico, ya que depende de la causa de la enfermedad. Como la principal causa es la infección por bacterias, el tratamiento se basa en antibióticos que pueden ser comprimidos o líquidos aplicados directamente en vena.
Para tratar el dolor, el médico también puede recetar analgésicos, antiinflamatorios o bloqueadores alfa, los cuales ayudan a relajar el cuello de la vejiga y las fibras musculares de esa región.
En casos de enfermedad crónica, el tratamiento puede prolongarse, cerca de tres meses. Si el problema no se resuelve, aún existe la posibilidad de someterse a una cirugía para extirpar el absceso que ha crecido en la próstata y hace que los síntomas sean más fuertes.
Los suplementos naturales con vitaminas A, C y E, antioxidantes y zinc también son un buen refuerzo que puede recomendarte el médico.