El coronavirus ha hecho muchas cosas cambiaran en la sociedad. Una de ellas ha sido la manera en la que se imparten las clases. Ante el cierre de las escuelas, los docentes se han tenido que reinventar a la velocidad del rayo para evitar que el confinamiento afectase lo menos posible al plan educativo de sus alumnos. Cierto es que gracias a internet, muchos han conseguido seguir impartiendo las clases. No obstante, no todo el mundo tiene la posibilidad de poder conectarse a la red. Es por ello que un profesor camina casa por casa para darle clases a sus alumnos sin acceso a internet.
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Un profesor camina casa por casa para darle clases a sus alumnos sin acceso a internet
Las clases virtuales son de gran ayuda para no perder el hilo del plan lectivo lo menos posible. Sin embargo, para aquellos que no tienen un ordenador u otro dispositivo electrónico con el que poder conectarse a la red, esta alternativa es inexistente.
Pero hay docentes que aman tanto su profesión que, ante las adversidades siempre buscan la manera de que nadie se quede atrás y de poder enseñar a todos sus estudiantes por igual. Este es el caso siguiente. Un profesor camina casa por casa para darle clases a sus alumnos sin acceso a internet.
El maestro se llama Gerson Ames Gaspar y está totalmente entregado a su labor. Este no desea que los escolares en extrema pobreza se queden atrás del temario. Por ello, camina 10 kilómetros todos los días por las calles de su comunidad para darle la lección a aquellos que no pueden estudiar a través de internet.
Mantiene las medidas de seguridad
Es muy importante tener en cuenta que el docente, en todo momento, sigue las medidas de seguridad impuestas para evitar la propagación de la covid-19.
En palabras recogidas por el portal Okchicas, Gerson comentó que “El estudiante sale a la puerta de su casa, yo voy con la pizarra, mantengo una distancia de dos metros y, bueno, se le brinda lo que el Ministerio de Educación está proponiendo, lo que es el Aprende En Casa”.
Este maestro es un claro ejemplo de que ante las adversidades, siempre existe una manera de ver el vaso medio lleno y de ayudar al prójimo. Simplemente, hay que ponerle empeño, un poco de ingenio y tener ganas de hacerlo. Para Gerson, dejar a sus alumnos sin educación era inconcebible. A penas necesitó una pizarra, una mochila y una bocina para compartir su sabiduría con sus estudiantes.
Para finalizar, en el próximo vídeo puedes conocer nuevas formas de aprender y enseñar en tiempos de pandemia.
