También conocido como acoso u hostigamiento, el bullying es el conjunto de conductas agresivas de un individuo o grupo de personas hacia otra. El maltrato tiene la intención premeditada de causar daño a la víctima. Puede tener manifestaciones físicas, verbales y/o psicológicas, con el único fin de humillar, someter o asustar a quien reiteradamente es objeto de estos comportamientos. Aquí se exponen 5 consejos para prevenir el bullying y se ofrecen otras consideraciones al respecto.
5 Consejos para prevenir el bullying
Aunque puede presentarse en el trabajo o la familia, es frecuente que el acoso se produzca en escuelas y centro de enseñanza. En estos lugares, confluyen una gran cantidad de niños y jóvenes, por lo que suelen presentarse situaciones de abuso y sometimiento. Para reducir su incidencia, a continuación, se presenta una lista con 5 consejos para prevenir el bullying.
Reconocer la situación
A menos que estén involucradas, es frecuente que las personas ignoren las situaciones de acoso. Muchos las consideran normales o tratan de minimizar sus efectos, sólo para ser socialmente aceptados o no ser tildados de “aguafiestas”. Para prevenir el bullying, hay que reconocerlo, entender su lógica subyacente e identificar los patrones que lo caracterizan.
Crear conciencia
Por medio de charlas y actividades que involucren a los estudiantes, el tema puede ser discutido y posicionado. Para prevenir el bullying, hay que poner a circular información relevante y crear conciencia el respecto. Las redes de apoyo se verán fortalecidas y disminuirá la tolerancia frente al acoso y otras formas de abuso.
Involucrar a la comunidad
El bullying puede darse frente a muchos “observadores” que mantienen una actitud pasiva ante el problema. Para involucrar a estos estudiantes, es importante dotarlos con herramientas que los ayuden a enfrentar las situaciones de riesgo. Crear empatía en la comunidad puede disuadir a los acosadores y hacerles reflexionar en torno a las consecuencias de sus actos.
Fomentar el respeto
Frecuentemente, el bullying se dirige hacia jóvenes que son percibidos como diferentes. El origen nacional, la fisonomía, las prácticas religiosas y las preferencias sexuales suelen estar detrás del abuso y el maltrato. Para contrarrestar estas actitudes tan arraigadas, debe promoverse la inclusión, la tolerancia y el respeto por la diferencia.
Considerar a los agresores
A menudo, quienes practican el acoso sufren también de miedos e inseguridades. Con frecuencia, sus conductas tienen un correlato en el hogar y son consecuencia de haber atravesado situaciones violentas. Para abordar el problema y solucionarlo, los agresores deben también recibir asistencia. Esta ayuda debe promover en ellos la empatía y la capacidad de ponerse en los zapatos del otro.
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¿Cómo saber si un hijo es víctima de bullying?
Son varias las señales que indican una posible dinámica que se debe considerar muy humillante para las mayores personalidades y que son indicios del bullying o acoso escolar. Si tu hijo o alguien más presenta alguno de los siguientes síntomas, conviene permanecer muy atento e intervenir para evitar problemas mayores.
Recuerda que estas experiencias pueden socavar la autoestima, por lo que cualquier acción para frenarlas debe salvaguardar la integridad emocional de la víctima. A continuación, los síntomas más frecuentes del bullying en niños y jóvenes en edad escolar.
- Cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, hipersensibilidad y depresión.
- Problemas de concentración, memoria y bajo rendimiento escolar.
- Introversión repentina y aislamiento.
- Actitudes temerosas, inseguras y vacilantes.
- Problemas para conciliar el sueño y pesadillas.
- Ausencias recurrentes e injustificadas.
- Comportamientos tendientes a la evitación, la huida y el escape.
- Negación y justificación incongruente de algunos hechos.
Consecuencias del bullying
Los seres humanos son profundamente sociales. A partir de las relaciones que entablan, configuran sus personalidades y encuentran “su lugar en el mundo”. Si son objeto de acoso sistemático y recurrente, sobre todo a edades tempranas, pueden arrastrar complejos e inseguridades de por vida. De aquí la importancia de prevenir el bullying, ya que sus consecuencias van mucho más allá del bajo rendimiento escolar.
El bullying puede afectar la constitución de la personalidad, destruyendo el autoestima y creando una imagen propia marcada por la negatividad. Estas experiencias dejan heridas hondas y dolorosas, que se manifiestan luego en forma de neurosis y problemas de adaptación. Es frecuente que sus víctimas tengan luego dificultades para socializar, encontrar pareja y formar una familia. En los casos más graves, pueden incluso atentar contra sus propias vidas.
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Para terminar, no te pierdas en el siguiente video algunas recomendaciones para padres que se enfrenten a situaciones de acoso.