¿Conoces a alguien que está pensando en enfermedades todo el tiempo? Pues debes saber que esto puede llevarte a tener enfermedades realmente graves, como las del sistema cardiovascular. Al menos, eso es lo que dice una investigación en Noruega. Conoce aquí los detalles.
Los hipocondríacos pueden enfermarse por preocuparse
Un estudio sobre el asunto fue realizado por investigadores del Servicio Nacional de Exámenes Clínicos aliados de la Universidad de Bergen. En él, queda clara la relación entre la preocupación por las enfermedades y el desarrollo de problemas cardíacos. Fueron acompañadas más de 7.000 personas durante 13 años consecutivos.
En este período, se midieron los niveles de ansiedad por la salud (preocupación por las enfermedades), además de otros factores. Ciertamente, también se sometieron a una evaluación física. Sin embargo, se investigaron factores muy específicos, como la presión sanguínea, la presión arterial y varios análisis de sangre. De esta forma, no hay forma de relacionarse con muchos tipos de enfermedades resultantes.
A pesar de esto, se dieron cuenta de que quienes sufren esta ansiedad por la enfermedad tienen el doble de probabilidades de tener problemas cardíacos en comparación a los otros. Estos también sienten más dolores agudos en el pecho, incluso sin una causa aparente, retroalimentando el trastorno.
Causa de la relación
Una explicación del problema es que la cantidad de cortisol que tiene una persona que sufre de ansiedad es mucho mayor que la normal. De esta forma, aumentan las chances de tener problemas cardiovasculares. Además de eso, también puede ayudar a desarrollar trastornos del sueño, obesidad e incluso cognitivos.
Para agravar aún más la imagen de que aquellos que sufren de trastorno de ansiedad por enfermedades tienen otro punto. Además de imaginar e investigar todo sobre el tema, el paciente realmente puede sentir dolor, taquicardia, sudoración y otros síntomas relacionados. Esto se debe a que también son relevantes para quienes sufren de ansiedad.
En otras palabras, es fundamental que el paciente trate el problema de la hipocondría, porque si no lo hace, puede aumentar las chances de enfermarse realmente. La mejor manera de hacerlo es buscar ayuda de un psicólogo o un psiquiatra de confianza, aplicando las técnicas en el día a día. De esta forma, mente y cuerpo trabajarán juntos, mejorando la calidad de vida.
Y de nada sirve negarse a sí mismo que tienes el problema, solo para escapar del tratamiento. Esto, probablemente llevará a que la situación empeore. En consecuencia, las visitas al médico serán más frecuentes y la visita al psicólogo puede ser prácticamente obligatoria. Esto es porque, con la enfermedad instaurada, la ansiedad debería desaparecer. Entonces, ¡cuídate tan pronto como sea posible!
