La postmenopausia es una fase delicada en la vida de una mujer, ya que sus hormonas ya no están en los niveles adecuados y las funciones empiezan a reducir su eficiencia. En consecuencia, se manifiesten algunas enfermedades.
Para superar mejor esta fase, es interesante comprender cuáles son los cambios que ocurrieron, buscando alternativas para tener una mejor calidad de vida.
7 Cambios que suceden en la postmenopausia
Al igual que ocurre en la premenopausia y en la menopausia misma, es necesario prestar atención al cuerpo en sí para comprender los cambios que están teniendo lugar y, por lo tanto, evitar sufrimientos innecesarios.
1. Metabolismo
Cuando las mujeres alcanzan la fase del climatérica, su velocidad de metabolismo se reduce al 2% por año. Esta caída en el metabolismo lleva a una menor cantidad de energía para las actividades diarias, haciendo que las personas se sientan cansadas con mayor facilidad.
Asimismo, existe una mayor probabilidad de engordar, ya que la quema de calorías se vuelve más lenta. Si la persona no reduce el consumo y aumenta la cantidad de gasto calórico, tiende a ganar peso con más facilidad.
2. Cabello
Una de las hormonas que entran en declive durante el climaterio, es el estrógeno, que es responsable del crecimiento del cabello. Cuando está en declive, el cabello tiende a crecer menos y a debilitarse.
La caída también aumenta, ya que los folículos pilosos se reducen de tamaño, haciendo que los mechones sean más propenso a romperse o caerse.
La cantidad de melanina también se ve reducida, aligerando los mechones e incluso puede volverlos blancos. Asimismo, se vuelven más gruesos, ya que el cuerpo comienza a crear capas de queratina a su alrededor, como una forma de tratar de reducir la caída.
3. Inmunidad
Con la caída hormonal, los linfocitos también sufren caídas significativas, así como las células NK, lo que hace que tu intimidad se vea comprometida.
Esto aumenta las posibilidades de desarrollar inflamaciones crónicas (los famosos “ites”: tendinitis, bursitis …) además de enfermedades infecciosas y otras enfermedades más graves, como el cáncer.
4. Lubricación
En esta fase, los ojos tienden a secarse, con una menor producción del conducto lagrimal, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar cataratas y otras enfermedades del cristalino. Además de ello, el desgaste natural de los ojos puede empeorar en esta fase, y es esencial que las mujeres intenten mantener una alimentación rica en antioxidantes y tomar mucha agua.
Igualmente, otras áreas del cuerpo, como la vagina, también pueden sufrir sequedad, lo que dificulta las tareas diarias simples, como la higiene e incluso las relaciones sexuales. Esto también puede ocasionar infecciones en el tracto urinario, con el endurecimiento de la piel que recubre la uretra, lo que facilita la fijación de bacterias en el área.
5. Senos
Los senos tienden a perder masa con el paso del tiempo, agravándose esta condición en la fase de la postmenopausia, por causa de la caída de estrógenos. Estos tienden a disminuir, lo que hace que la mujer necesite sujetadores más pequeños de los que solía usar.
La piel también es menos firme, con menor cantidad de colágeno, tendiendo a volverse más flácida y opaca.
6. Huesos
En la fase de la postmenopausia hay una menor cantidad de estrógeno, lo que hace que la densidad ósea se vea reducida, pudiendo ocasionar enfermedades como la osteoporosis.
Para evitar que esto ocurra, se debe hacer la reposición del calcio, el magnesio, el potasio y otros minerales esenciales para la formación de hueso, siempre bajo orientación médica.
7. Humor
Los cambios de humor son comunes durante la premenopausia y el climaterio, estabilizándose un poco más en la postmenopausia, lo que hace que la fase sea un poco más ligera a este respecto.
A pesar de ello, la falta de algunas hormonas puede conducir al desarrollo de algunos problemas como la depresión, la ansiedad e incluso el síndrome de pánico. Es por eso que es vital un seguimiento médico apropiado para tener una mejor calidad de vida.
Consejos para convivir mejor con la postmenopausia
Para tener una mejor calidad de vida, es imprescindible que la mujer tenga un acompañamiento médico adecuado, con reemplazo hormonal, si se recomienda. Igualmente, algunas actitudes pueden ayudar mucho:
- Tomar mucha agua, ya sea pura o con sabor;
- Hacer actividades físicas adecuadas;
- Llevar una alimentación rica en minerales y vitaminas esenciales;
- No fumar y evitar las bebidas alcohólicas;
- Tomar el sol durante, como mínimo, 30 minutos al día para activar la vitamina D;
- Salir de casa con frecuencia;
- Salir con tus amigos a tomar un café de tanto en tanto.
Lo más importante es tener paciencia y aceptar los cambios que son naturales y esperados, viviendo esta fase con alegría y gratitud.