¿Quién nunca fue a una juguetería con su hijo y este no le hizo una rabieta? Llorar, tirarse al suelo son actitudes provocadas por los niños que, en la mayoría de los casos, quieren llamar la atención de sus padres y suelen provocar situaciones embarazosas.
Este comportamiento empieza a empeorar alrededor de los 4 años, período en el que el niño pasa y entiende mejor las cosas y muchas veces no se conforma con solo la respuesta negativa. Es en esta etapa que tienden a querer mandar a la gente y exigirles que hagan lo que quieran. Y depende de los padres saber cómo sortear esta situación.
Sabiendo que este tema es muy importante para los padres, se han separado algunos consejos que les serán de mucha ayuda.
1. Demuestra afecto
Es importante para un niño sentirse amado. Por ello, cuando esté haciendo una mañana, no le grites ni lo trates mal, habla claro y con ternura, dale cariño después de que se calme.
2. Explícale el porqué de tu respuesta
Incluso a los adultos, cuando reciben una respuesta negativa, les gusta saber el motivo. Esto mismo ocurre con los niños. Luego, explícale por qué le negaste una determinada cosa y hazle entender que no es posible en ese momento.
3. Utiliza métodos pedagógicos
Crea un código de conducta. Es sumamente importante que el niño siga órdenes y, para eso, es necesario establecer límites de lo que se puede o no se puede hacer, buscar métodos que se usen con los niños. Lo importante es que no te rindas, que no tengas miedo de cambiar. Si pasa un tiempo y no ves ninguna mejora en el comportamiento, ¡pasa a otro!
4. Demuéstrale que para ti es importante
Después de este episodio es importante que el niño entienda que lo que hizo no es correcto, pero que es posible cambiar y que no cambia en absoluto lo que sientes por él. Entonces, después de que se calme abrázalo y dile lo importante que es para ti.
5. Sé firme
De ninguna manera te dejes llevar por la rabieta del niño, no le grites, espere a que se calme y luego habla con él. Nunca hagas su voluntad cuando tenga este comportamiento. Si el pequeño se da cuenta de que teniendo una rabieta consigue lo que quiere, siempre lo hará.
Siguiendo estos pasos seguramente podrás entablar un diálogo con el niño y, con el tiempo, el comportamiento de este mejorará considerablemente.
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