La Plaza Roja o la Red Square es uno de los monumentos más bonitos del mundo. Un edificio grandioso, con una arquitectura sui generis, pintado en colores vibrantes que armonizan a la perfección. Considerado Patrimonio de la Humanidad, es el corazón y el alma de Moscú y de Rusia.
Con esta información, en Portugal, solo podemos recordar una ciudad donde hay un monumento igualmente grandioso y donde la Plaza Roja encajaría a la perfección: en Braga, en el famoso Bom Jesus.
El Bom Jesus es el sacramento más simbólico y grandioso de toda Europa y, al igual que la Plaza Roja, ha sido clasificado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Obviamente, al traer la Plaza Roja aquí el número de visitantes se dispararía puesto que Moscú no tiene la vista de nuestro Bom Jesus de Braga.
Sería una Plaza Roja de colores fuertes y vibrantes, hecha en cerámica con los colores del famoso Galo de Barcelos (una ciudad que se encuentra a dos pasos de Braga). El Gallo de Barcelos es el símbolo de Portugal, tanto es así que en cualquier escaparate de una tienda de recuerdos del norte al sur del país hay gallos de Barcelos de todos los tamaños y formas. Es inconfundible, y un monumento tan próximo de la cuidad del origen del gallo que solo se podría hacer con sus colores.
Ahora piensa en cómo sería vivir en el centro de la ciudad de Braga y en la colina que se puede ver desde casi todas partes de la ciudad, en vez de vislumbrar Bom Jesus, que ya es un edificio imponente, se contemplaría la Plaza Roja. en azul, amarillo, negro, rojo y blanco, increíble ¿no? Los alquileres de las casas se dispararían y un T1 en Braga se convertiría en un hallazgo. Y un T3 con terraza para pasar las noches de verano con la plaza al fondo, un sueño.
