Las plantas carnívoras reciben este nombre porque son una especie que obtiene sus nutrientes de insectos y protozoos. Por eso también se las conoce como plantas insectívoras.
Su alimentación es producto de los pocos nutrientes disponibles en los suelos en los que crecen (pantanos y ambientes secos y rocosos) que obligaron a las plantas a buscar otras fuentes que les permitieron desarrollarse y crecer. De ese modo, sus hojas evolucionaron para convertirse en trampas para atrapar insectos. En la actualidad, se registran alrededor de 630 especies, las cuales se agrupan en 11 familias.
6 tipos de plantas carnívoras
Los tipos de plantas carnívoras se suelen distinguir por la forma en la que captura a sus presas: pinzas, pelos pegajosos o en jarra. También se pueden dividir entre las que proceden de clima tropical y las que no.
A continuación podrás conocer los 6 tipos de plantas carnívoras más famosas.
Drosera o “Rocío del sol”
El aspecto de esta planta carnívora es poco común. Las hojas tienen forma de pelos rojos en cuyas puntas parece estar una gota de agua. En realidad, esa gota es una sustancia pegajosa donde se quedan atrapadas las presas.
El aspecto tan particular y su color son los que atraen a los insectos. Su coloración se intensifica cuanto mayor es la iluminación del ambiente. Las flores de esta planta, sin embargo, crecen separadas de las gotas de agua para no atrapar a los insectos polinizadores.
Se cultiva de forma sencilla por lo que es una de las especies que se pueden tener en casa. Para crecer y desarrollarse necesitan temperaturas entre los 10 y los 30 grados, mucha luz y un ambiente seco.
Dionea Muscipula o Venus Atrapamoscas
Esta especie es de las más conocidas por su forma de alimentarse. Al final de sus hojas hay dos lóbulos en los que se ubican tres pelos sensitivos que cuando detectan la presencia de un insecto hacen que se cierren los lóbulos para atraparlo.
Cuando los lóbulos se cierran al detectar la presencia de una presa los cilios que tienen en los bordes se entrelazan para impedirle su huida.
Es un tipo de planta al que le afectan las bajas temperaturas por lo que es de interior y necesita estar permanentemente en un entorno luminoso.
Nepenthes bicalcarata
Esta planta es de tipo jarra debido a la forma que posee gracias a la cual atrapa a sus presas. El tallo puede llegar a medir 15 metros de longitud, mientras que las hojas suelen tener 30 centímetros.
En el interior de la jarra, la planta desprende un fluido similar a un almíbar que atrae a los insectos por su aroma. Como característica distintiva en el cuidado, no le perjudica el exceso de agua por la que se la puede regar de forma abundante sin preocupación.
Sarracenia purpurea
Esta planta se distingue por su flor de color púrpura. Al igual que la anterior, sus hojas conforman una jarra que sirve como mecanismo de captura de insectos.
La presa cae dentro de esa jarra y se ahoga por el agua que se acumula por la lluvia y las hojas sintetizan el cadáver.
Pinguicula grandiflora o Violeta de agua
En la base de esta planta carnívora hay hojas pequeñas de color verde claro. Su tallo es mediano y en media alcanza los 25 centímetros de longitud. El toque más distintivo de su aspecto es una única flor violeta, aunque en algunos casos puede tener más.
Las hojas de la base son pegajosas lo que hace con que los insectos que se posen allí se queden atrapados. Es una especie que necesita de una temperatura templada para subsistir y suelos profundos porque las raíces suelen crecer mucho.
Cephalotus follicularis
Esta planta carnívora dispone de hojas en forma de jarros de pequeñas dimensiones (unos 4 cm de altura). El crecimiento de esta especie es muy lento y requiere de años para adquirir un tamaño normal así como sus colores usuales.
Esta especie no soporta temperaturas superiores a los 25ºC. Por su tamaño atrapa insectos de tamaño reducido.
¿Qué es lo más grande que puede comer una planta carnívora?
Por lo general, las plantas carnívoras basan su alimentación en insectos. No obstante, se han registrado casos de algunas especies llamadas “jarra” que ampliaron su espectro aunque no suele ser habitual porque es muy peligroso para una planta comerse a un vertebrado. Esto es porque debe invertir mucho tiempo en digerir la carne y podría pudrirse en el proceso.
Este tipo de plantas aplastan y ahogan a sus presas en trampas en forma de vasija cuyo tamaño difiere entre un dedo a mayor que una pelota. En estas jarras se han llegado a encontrar esqueletos de ranas, reptiles como salamandras y también pequeños roedores.
Mitos sobre las plantas carnívoras
Por lo llamativas y curiosas que son, hay muchos mitos que rodean a las plantas carnívoras y que el imaginario popular transmite como ciertos, aunque no lo son.
Para empezar, las plantas carnívoras no se alimentan de carne, ni humana ni animal. Los pocos casos registrados que se comentaron en el apartado anterior son excepcionales y ceñidos a una sola especie. Pese a su nombre, solo se alimentan a base de insectos pequeños.
Las plantas carnívoras no tienen mecanismos activos para capturar a sus presas. No poseen ramas que atraen o aplastan como si fueran hechas de papel. La mayoría de las especies poseen mecanismos pasivos para captura, como trampas con aromas y olores que sirven de cebo para los insectos.
Por último, las plantas carnívoras no son inmunes a las plagas de insectos y enfermedades. Pueden afectarles las orugas, escarabajos o pulgones como cualquier otra especie vegetal. Asimismo también son susceptibles a los hongos.
Consejo final
Las plantas carnívoras tropicales requieren de cuidados muy particulares y si no estás acostumbrado a la jardinería podría costarte mantenerla en buen estado.
El más raro de ellos es quizá la necesidad de asegurar que hay insectos suficientes en tu casa para que la planta se pueda alimentar por si sola. Si no, es posible que tengas tú que atrapar algunos insectos para dárselos a tu plantita.
En el siguiente video podrás ver cómo actúa una Venus Atrapamoscas y cómo puedes alimentarla.