La diabetes se considera una enfermedad peligrosa debido a las consecuencias que puede tener. Además de la adaptación que el paciente necesita aprender a hacer en la rutina de alimentación, también es necesario vigilar constantemente sus hábitos y actividades para evitar complicaciones más graves, como el pie diabético.
¿Qué es el pie diabético?
El pie diabético es una condición debido a la diabetes. Este problema ocurre cuando una herida en el pie no se cura debido a la falta de circulación causada por la dolencia y, finalmente, se infecta y se convierte en una úlcera. Las personas con diabetes tienen dificultades de cicatrización. Por eso, deben tener mucho cuidado para evitar lesiones y heridas.
Los síntomas que deben tener en cuenta incluyen tiña, talón agrietado, entumecimiento en el pie, dedos de los pies morados y dolor por mala circulación.
¿Tiene cura?
No, este problema no tiene cura. Por eso, es tan importante hacer todo lo posible para prevenirlo. Aunque existe un tratamiento, es más un cuidado diario con el que la persona con diabetes necesita aprender a vivir.
Tratamiento
El tratamiento para el pie diabético tiene la función de tratar la infección, mejorar la circulación sanguínea y mantener la herida protegida. Por lo tanto, las precauciones para prevenir y tratar el problema deben ser diarias y extensas, desde una nutrición adecuada y regulada hasta precauciones como:
- Llevar zapatos cómodos y calcetines;
- Mantener los pies secos y ventilados siempre que sea posible;
- Tener cuidado al cortar las uñas, evitando objetos afilados y siempre esterilizados;
- Nunca quitar las cutículas;
- Ducharse con agua tibia y usar jabón de glicerina en la piel;
- Mantener la piel hidratada;
- Verificar la situación de los pies diariamente;
- Hacer nuevas curas para las heridas diariamente;
- Nunca dejar la herida abierta como riesgo de contaminación;
- Utilizar estrictamente los medicamentos recomendados por el médico.
En algunos casos, las cirugías realizadas por el cirujano vascular pueden ayudar, dado que así es posible mejorar la circulación sanguínea y permitir el cierre máximo de la herida. Debido a que las llagas del pie diabético también están asociadas con cambios nerviosos, el médico debe evaluar qué se puede hacer para aliviar las áreas de presión del pie. Es por eso que muchas personas usan medias especiales.
Complicaciones
Además de la incomodidad de convivir con una herida que no cicatriza, los pacientes con el pie diabético deben seguir el tratamiento con mucho rigor para evitar el riesgo de amputación de los dedos, del pie, o de la pierna, dependiendo de la gravedad del problema.
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