Cuando la gente dice que los perros son los mejores amigos del hombre, en realidad no mienten. Ahora conocerás la historia de una perra que espera al dueño, el cual fue arrestado hace un año, en la puerta de la comisaría de policía. ¡Es muy emocionante!
Conoce a la perrita Sheila
La perra Sheila es una Golden Retriever. Ella ha estado en la puerta de una comisaría de policía de Argentina durante un año esperando a su dueño, que está en la cárcel. Ella apareció en la puerta de la jefatura de policía, que se encuentra en 25 de Mayo, un pequeño pueblo en la provincia de Buenos Aires.
El hecho ocurrió poco después de que su dueño fuese arrestado, tras haber sido acusado de agresión el año anterior. La policía dice que cree que la perra, probablemente, siguió al vehículo policial hasta la comisaría de policía. Desde el momento en que llegó, nunca abandonó el lugar.
No hizo falta mucho tiempo para que los funcionarios de la jefatura de policía notasen la presencia de Sheila. Ella ahora es muy querida por todos, y de hecho los policías la alimentan y la mantienen. También duerme dentro de la estación de policía y, a veces, acompaña el trabajo de la policía, sin embargo, siempre regresa a su puesto esperando a su dueño.
El vicecomisario Juan José Martini dio una entrevista a un periódico local y dijo que “desde el principio, Sheila, que debe tener 4 o 5 años, se quedó fuera del edificio y se ganó el amor de todos. Hoy es parte de nuestra familia y se ha adaptado tan bien que a veces sigue a los equipos que salen a patrullar”.
La conmoción que la policía argentina tuvo con Sheila fue muy grande debido a todo el amor y la lealtad que demostró y sigue demostrando. La policía, entonces, permitió que la perra volviera a ver a su dueño. A veces, incluso hasta le permiten dormir fuera de la celda donde él se encuentra.
El dueño de Sheila está cumpliendo una condena de 3 años y ½. Aún es mucho tiempo de espera para la perra. La parte positiva de esto es que ella tampoco está sola. Gracias a la policía, ella siempre tendrá comida y buenos cuidados hasta que pueda reanudar su vida con su dueño. Hasta entonces, todos esperan que Sheila siga siendo tan feliz y amorosa como lo fue desde el primer día.