Las tecnologías de la ciencia están siempre avanzando y esto es buenísimo para la sociedad. Sin embargo, estas nuevas tecnologías aún causan algunas desavenencias en el pensamiento de algunas personas. Este fue el caso en una familia en la que el deseo del padre era ser congelado después de fallecer para ser resucitado por la ciencia en el futuro. Después de ir a los tribunales, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) permite congelar un cuerpo.
Descubre qué pasó
Recientemente, la hija de un ingeniero acudió a la justicia y, debido a un fallo del TSJ, sin precedentes, obtuvo el derecho de congelar el cuerpo de su padre para cumplir su último deseo.
Según su hija, su padre quería congelar su cuerpo en los Estados Unidos para que en el futuro, cuando la ciencia pudiera resucitar a las personas, él volviera a la vida. La decisión fue aprobada el 26 de mayo de 2019.
El ingeniero en cuestión vivía en Río de Janeiro y murió en el año 2012. Una de sus hijas, la cual vive en los Estados Unidos, contactó a una compañía que se especializa en criogenia y le pidió que sacara el cuerpo de su padre del hospital y que lo congelasen para, posteriormente, ser enviado a Michigan, en los Estados Unidos.
Para que se tomara la decisión, los ministros entendieron que el ingeniero había mostrado interés en seguir este procedimiento y que su decisión debía ser respetada de acuerdo con la ley.
Dos de las otras hijas del ingeniero no estuvieron de acuerdo con la medida, y por eso, el proceso terminó en el tribunal. Estas afirmaron que el padre no les había transmitido esta información a ellas, pero según los datos de la demanda, el padre y la hija que vivían en los Estados Unidos vivieron juntos durante 30 años.
La primera decisión fue cumplir con la solicitud de las dos hijas: enterrar al padre en Brasil, que fue determinado por la primera instancia de la justicia de Río de Janeiro. Sin embargo, la otra hermana apeló al TSJ y finalmente ganó la causa.
Las dos hermanas acabaron por apelaron nuevamente y el tribunal cambió su entendimiento. Se agregó una nueva característica para este caso en el TSJ. La hija en los Estados Unidos pidió a la corte que prevaleciera el último deseo de su padre. También afirmó que las otras dos hermanas no tenían relaciones con el padre y, por lo tanto, no sabían de su deseo.
Fue así que la historia tuvo un desenlace. El 26 de mayo, el ministro Marco Aurélio Bellizze le dio la victoria a su hija que vive en los Estados Unidos. Esta tendría que pagar todos los costos de la congelación, cerca de 28.000 dólares, y también comprometerse a pagar las visitas de sus hermanas al cuerpo de su padre en Michigan, donde será congelado.