La maldad de las personas, en ocasiones, puede llegar a límites tan insospechados que sorprenden muy negativamente. Esto se agrava cuando ocurre con gente que es indefensa o con animales. Sin embargo, por mucho daño que le hagas a alguien o a un ser vivo, cuando este es bueno, aprende a perdonar. Un caso claro es la pit bull terrier que perdió un ojo al ser víctima de malos tratos, pero sigue creyendo en los humanos. Su amor es incondicional.
Un perro perdió un ojo al ser víctima de malos tratos, pero sigue creyendo en los humanos. Su amor es incondicional
Un pit bull terrier perdió un ojo al ser víctima de malos tratos, pero sigue creyendo en los humanos. Su amor es incondicional. El pobre animal se quedó son parte de su mandíbula tras recibir un disparo en la cabeza y después de que le golpeasen con un martillo.
Después de un tiempo de recuperación que duró bastante, por suerte, la perra ha encontrado una familia que lo quiere. Asimismo, ha vuelto a confiar en las personas porque se ha dado cuenta que no todo el mundo es malo.
Antes de encontrar su nuevo hogar, llevaron a Bubbles a un refugio cuando tenía seis meses después de que la agredieran. Debido al ataque que sufrió, se quedó sin su ojo derecho por culpa de la bala que le dispararon en la cabeza. Hay que señalar que por culpa de la misma bala perdió el oído interno y la mandíbula. En una tomografía que le hicieron, se pudo ver que la mandíbula se pudo curar, sin embargo, el perro no podía abrir del todo la boca.
En el centro donde la acogieron y cuidaron, Bubbles tuvo la suerte de conocer a Kilyn Horton Blanchard, una mujer de 51 años, y a su marido Ike Blanchar de 56. Ambos voluntarios del refugio, se encariñaron con el animal y sintieron que debería formar parte de su familia. Es más, ellos tienen una peluquería canina móvil en Texas, Estados Unidos, por lo que saben cómo lidiar con mascotas.
Kilyn Horton Blanchard declaró en Unilad que “Estaba recostada en su perrera, pero en el momento en que la abrimos salió y enterró su cabeza en mi pecho y solo quería que la abrazaran”.
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Cuatro años después
Han pasado ya cuatro años desde que Bubbles, infelizmente, sufriera el ataque. En este tiempo, la perra ha tenido que ser operada en varias ocasiones para que le extrajeran la bala. Lo mejor de todo es que ha vuelto a confiar en las personas, y no ha mostrado problemas para relacionarse con ellas. Es más, la gente que trata con ella la califica como un animal muy cariñoso.
Kilyn Horton, su padre adoptivo, ha comentado que a la pit bull terrier “Le encanta conocer niños y es muy amable con ellos. Actualmente estamos tratando de hacerla trabajar con diferentes rescates de animales para difundir la conciencia de la crueldad hacia los animales, incluyendo ir a la escuela y hablar con los jóvenes sobre cómo cuidar adecuadamente a los animales. Queremos compartir su historia, pero enfocarnos principalmente en su futuro y mostrarle a la gente que debido a que su pasado puede haber sido duro, no tiene que determinar su futuro. También queremos fomentar la amabilidad y la generosidad hacia los demás”.
Bubbles incluso cuenta con un perfil en la red social Instagram. Por lo tanto, se la podría considerar toda una influencer con más de 70.000 seguidores. Esta mascota es el vivo ejemplo de superación y de que la vida siempre da una segunda oportunidad.
Para finalizar, puedes ver cómo funciona un refugio de animales en el siguiente vídeo.