Las personas que deciden dedicarse a la rama de la salud, en la mayoría de los casos lo hacen por vocación, más que por el salario que puedan percibir. Un claro ejemplo es el médico que estaba jubilado y volvió a trabajar para ayudar a tratar a los enfermos con coronavirus. La mala fortuna quiso que este se contagiase y falleciera a causa de la covid-19. Pero él no es el único caso de personas ya retiradas que han vuelto a ejercer o que lo siguen haciendo. Un pediatra de 92 años atiende gratis a los nenes más necesitados. Conoce más dato sobre su historia.
Pediatra de 92 años atiende gratis a los nenes más necesitados
Ivan Fontoura es el vivo reflejo de esas personas que nacieron para ayudar a los demás. El pediatra de 92 años atiende gratis a los nenes más necesitados. Este sigue pasando consulta, aunque por su edad debería estar descansado y aprovechando su jubilación.
Este pediatra brasileño ha llegado a decir que él quiere “morir de pie ayudando”. Por lo tanto, no va a colgar la bata, mientras que la vida se lo permita, todo y que las jornadas laborales son extenuantes. Si este hombre tiene esta mentalidad, la de su esposa, una enfermera, es la misma. Eva también cura de manera gratuita a gente de comunidades humildes que cuentan con pocos recursos. Es evidente que la pareja está hecha el uno para el otro.
Desde hace ya 30 años, ambos ejercen sus profesiones por filantropía en Praia de Leste. Este es un centro de salud que se encuentra en la comunidad de Pontal do Paraná, en Brasil.
El amor por el prójimo y las ganas de ayudar de Ivan son increíbles. Según recoge el portal Viralistas, este ha declarado:” Trabajaré hasta que no pueda. Quiero morir de pie. Físicamente sufro, trabajando sin parar, descansando sólo para tomar café, pero ser médico es eso. Después nos recomponemos y continuamos”.
Un profesional que estudió en varios países
Una de las características que hacen a este pediatra un gran profesional, además de su gran corazón, es que estudió y se especializó la Universidad de la Sorbona en Francia, una de las mejores de todo el mundo.
A sus 24 años, en 1951, comenzó sus estudios en la Universidad Federal de Paraná. A seguir, realizó su maestría en la Universidad de California, para ya finalizar el doctorado en la Sorbona de Francia. Por lo tanto, es un hombre de mundo y de alta cátedra.
Aunque para algunas personas pueda parecer increíble que aún existan personas así, según Ivan, “ya gané dinero para vivir. Siempre he estado conectado con niños necesitados, socialmente, y quería continuar. Había una necesidad de ayudar aquí”. Dicho en otras palabras, el amor por su profesión está por encima de cualquier compensación económica.
A sus espaldas lleva más de 68 años de profesión. En 2005, obtuvo la jubilación oficial. No obstante, eso no hizo que él dejase de ejercer su vocación.
Cuando le preguntan de dónde le viene el amor por la medicina, Ivan contesta que: “La verdad es que comencé a querer ser médico después de recibir la visita de un cirujano hace casi 90 años. Vi su cuidado y eso fue mágico. Poco a poco, mientras estaba estudiando, siempre pensaba en ser médico. La medicina ha sido un trabajo duro, pero es una fuente de mucha alegría. Y esta es una paga mucho mejor”.
Además de eso, el pediatra asegura que cada día que pasa aprende una cosa nueva sobre la medicina, y eso también es lindo.
En al comunidad donde trabaja, todo el mundo lo adora, y no es para menos. Personas como él escasean en el mundo, y estas son las que realmente valen la pena. Todo y que cuando acaba el día de trabajo está cansado, para Ivan ver sonreír a los niños, y la tranquilidad en el rostro de sus madres es la mejor recompensa que puede obtener.
Para finalizar, puedes conocer la importancia de la pediatría en el siguiente vídeo.
