Recientemente, a Marie Holmes, en Estados Unidos, se le cumplió el sueño de muchos: se ganó el premio gordo de la lotería. De ser madre de 4 hijos, con las grandes dificultades económicas y los retos que esto supone, Marie se ganó 127 millones de dólares.
Marie es una mujer muy religiosa y comprometida, que había entregado a Dios en oración todas sus dificultades y necesidades, y como mucha gente, esperaba un milagro que hiciera la diferencia en su vida. Como parte de su religiosidad, Marie acostumbraba congregarse en una Iglesia de su comunidad, en la que el pastor llevaba un proyecto para construir una casa de retiro.
Cuando llegó el día de la suerte, y Marie decidió dar en donación a su iglesia 800 mil dólares. Pero al pastor no le pareció suficiente.
Kevin Matthews era el pastor de la iglesia a la que asistía Marie cuando se ganó la lotería. Al recibir la donación de Marie, al pastor Mathews le pareció que era muy poco, y que ella tenía el compromiso de darle más.
Así que el pastor, tan devoto, decidió demandar a Marie por incumplimiento de palabra. Además de afirmar que la joven no le había entregado ni siquiera la tercera parte de lo convenido, en unas declaraciones televisivas, Mathews insistió en que lo que hacía lo había movido por obediencia a la voluntad de Dios, que según él consistía en que ese dinero fuera entregado a la obra. Alegó también que el incumplimiento de Marie le había causado problemas de salud.
¿Cuál fue el veredicto? Pues pastor ganó la demanda, y Marie fue obligada a darle el dinero que él exigía.
Marie entregó el dinero, y aun cuando le queda mucho por gastar, la codicia de aquel hombre le dejaría una huella en su corazón.
Vea en el siguiente vídeo: