¿Quién no disfruta comiendo de un pastel esponjoso? Este tipo de torta es suave, uniforme y deliciosa. Una gran ventaja es que se le puede colocar el relleno que se quiera. Lo mismo ocurre con la cobertura. La cuestión es que muchas personas pueden pensar que hacer el pastel esponjoso es realmente muy complicado, pero no lo es. Por si aún estás reticente y tienes dudas de lo que se acaba de decir, conoce algunos consejos para probar en casa y hacer que tu torta quede perfecta.
7 Consejo para hacer un pastel esponjoso en casa
La textura del pastel va a depender de diversos factores. Entre ellos, destacan los ingredientes que uses y la calidad de los mismos. La temperatura del horno también es importante, además de emplear el molde adecuado e incorporar los ingredientes en el orden y la forma correctos. ¡Siguiendo los próximos consejos, siempre tendrás un pastel esponjoso, húmedo y suave!
1. Utiliza ingredientes a temperatura ambiente
Intenta encontrar los ingredientes a temperatura ambiente, para que no haya reacción térmica entre ellos. Esta elección ayudará a evitar que se formen costras solidificadas, lo que hace que la masa sea mucho más cremosa y homogénea. Por lo tanto, lo que debes hacer es sacar de la nevera los ingredientes un poco antes de la receta, haciendo excepciones para las recetas que especifican la temperatura del ingrediente.
2. Tamizar los ingredientes secos
Tamizar los ingredientes secos, aunque no lo creas, marcará una gran diferencia. En el caso de que creas que es necesario, puedes incluso realizar esta acción 2 veces. Este truco también ayuda a evitar que se formen costras sólidas, que no se entreveren muy bien, además de no permitir que la mezcla sea homogénea.
3. Usa mantequilla
La mejor forma que hay para poder mantener un pastel esponjoso y húmedo es usar grasas que permanezcan suaves a temperatura natural, ya que influirán en la textura de la torta cuando sea refrigerada. Entonces, decántate por la mantequilla en lugar de la margarina, por el hecho de que la grasa vegetal es más sólida.
4. Mantequilla con azúcar
Muchas recetas indican que batas la mantequilla con el azúcar antes de continuar con los siguientes pasos. Una vez que tengas la mezcla homogénea, lo más adecuado es ir añadiendo, alternativamente, ingredientes secos y luego líquidos, batiendo suavemente. Esto ayuda a que el pastel sea esponjoso y uniforme.
5. Mezcla con delicadeza
Cuando mezclas la masa rápidamente, empiezan a romperse las burbujas de aire. Estas son, en gran medida, las responsables de que el pastel quede esponjoso. Por lo tanto, lo más recomendable es que revuelvas con delicadeza. No es preciso que apliques ni mucha fuerza ni velocidad en los tramos de la preparación de la torta que no son necesarios.
6. Pon un molde con agua en el horno
Este método es simple y fácil. Poner un recipiente con agua dentro del horno ayuda a evitar que la masa se seque tanto como suele ocurrir. Lo ideal es que la coloques durante el precalentamiento y después la saques.
7. Haz crecer el pastel
La cantidad de levadura que coloques en el pastel debe ser estrictamente la que se indica en la receta. Otro consejo para mantener el pastel esponjoso es dar pequeños toquecitos al molde una vez que has vertido la masa. De esta manera, lo que conseguirás es acabar con esas pequeñas burbujas de aire dentro de la masa, que evitan que el pastel crezca como debería.
