Una emocionante historia de sorpresa y movilización está encantando a muchas personas: el nacimiento del pequeño Gabriel. Quietito, sin mostrar signos de su embarazo, solo fue descubierto 19 días antes de nacer, en una consulta médica informal.
Sin una señal clara de que estaba embarazada, tomando anticonceptivos y menstruando cada mes, Lana Maria Wigand tuvo el mejor susto de su vida: estaba embarazada. Ella y Arthur Felipe Wogram, ambos de 27 años, recibieron la noticia y solo tenían 19 días para prepararse.
Imagínate tener solo 19 días para comprar todo el ajuar, la cuna, la ropa, el armario, los pañales … Esto, ¡además de armar, limpiar, preparar una habitación, lavar y planchar todas las piezas y mucho más! Por suerte, contaron con la ayuda de amigos y familiares para ponerlo todo en orden.
Conoce qué fue lo que pasó
Lana siempre fue delgada, le gustaba correr y hacer pesas, teniendo un abdomen bien definido. Esto hizo que el útero creciera más hacia adentro que hacia afuera. Esto terminó presionando algunos órganos, causando acidez estomacal y estreñimiento.
Ella también engordó unos kilitos, pero pensó que era por su descanso de las actividades físicas. Un tiempo antes de descubrir que estaba embarazada, fue a un gastroenterólogo para tratar de resolver su problema de estreñimiento, recibiendo solo la indicación de usar un laxante.
Sin embargo, comenzó a notar cambios en su menstruación, lo que la dejó preocupada porque su abuela tuvo cáncer de ovario. Así que fue a su ginecólogo el 4 de abril, en una pausa para comer, solo para despejar su conciencia.
Después de hacer el examen físico, su médico dijo que estaba “muy, muy embarazada”, en realidad, ¡de 7 u 8 meses de gestación! Ella salió del consultorio sabiendo que estaba esperando un niño hermoso para aumentar su familia.
En realidad, todo el cólico que sintió no era más que el pequeño Gabriel haciendo travesuras en el vientre de su madre. La acidez estomacal fue por el embarazo y el estreñimiento, la presión del útero sobre el intestino, ya que la barriga no sobresalía mucho.
Lana se quedó embarazada tomando anticonceptivos y continuó durante el embarazo, lo que no impidió que Gabriel viniera al mundo, fuerte y saludable. Nació el 23 de abril de 2019, un bebé de 47 centímetros y 3 kilos.
Contar la noticia
Aún sin recuperarse por completo del susto, cuando llegó a casa, fue a contarle lo que pasaba a su compañero, Arthur. Primero, le pidió que se sentara para hablar, explicando que había ido al médico, lo que le hizo pensar que era una enfermedad grave, probablemente asociada con la abuela de Lana.
La sonrisa de felicidad y alivio al saber que tendrían un bebé juntos dio paso a la curiosidad, cuando Lana dijo que tendría una cosa más. Pronto pensó que eran gemelos, pero se quedó perplejo al saber que el embarazo ya era de 8 meses, mirando la estantería sin reaccionar.
Pero esta reacción fue cuestión de segundos, pronto ya estaban celebrándolo y contándole a amigos y familiares el embarazo sorpresa. Por supuesto, aparecieron dudas sobre cómo organizar un “ajuar express”, pero pronto surgieron las ideas para las soluciones.
Tanto los miembros de la familia como los amigos proporcionaron a la pareja cunas, ropa, sábanas y muchas de las cosas que necesitarían y que ni siquiera tendrían tiempo para buscar.
Otra parte de la canastilla exprés provenía del “té de beber“, hecha en un bar con invitados, donde el valor de las ventas fue para la preparación de la llegada de Gabriel. De hecho, el último, que estaba programado para el 3 de mayo, se realizó sin la presencia de los padres, ya que el bebé decidió llegar un poco antes.
Nacimiento
Programado para llegar entre el 5 y el 15 de mayo, Gabriel sorprendió a todos nuevamente, naciendo el 23 de abril. Lana sintió una fuerte descarga en la comida, pero pensó que era normal, como con muchas mujeres embarazadas al final del embarazo.
Entonces, asistió a una conferencia sobre el parto y luego tomó el autobús a su casa, donde comenzó a limpiar. En ese momento, sintió una gran cantidad de agua entre sus piernas, mojando todo el suelo, dándose cuenta de que su bolsa se había roto.
Se fue entonces para el hospital, donde el equipo médico indicó una cesárea, ya que la dilatación no fue suficiente para un parto normal, ya que solo tenía 3 centímetros. De esa manera, en a penas 2 horas, ya estaba sosteniendo a su bebé en sus brazos.
Emocionada, dijo que Gabriel “vino fuerte, feliz. Es como su padre y muy tranquilo. Realmente, un milagro en nuestras vidas”.