En estos días que corren, tener muchos hijos se ha vuelto muy inusual. Pero una historia que se ha dado la luz ha llamado mucho la atención. Conoce la historia de Uanderson Barreto, un enfermero que adoptó a cinco hijos adolescentes, luego cuatro más, y ahora lucha por asegurar la custodia de su décimo hijo.
El año pasado, el “padre de nueve” fue el centro de atención cuando decidió adoptar a 5 hijos adolescentes. Recientemente regresó a las noticias, ya que finalmente adoptó 4 más, y está en la lucha por la custodia de su décimo hijo.
El primer hijo en llegar a casa fue João en 2012. João tenía un hermano, Daniel, el cual tiene un retraso mental grave. Al enterarse de esto, Uanderson confiesa: “Me sentí muy mal por haberlo dejado allí. Regresé y lo adopté también. Fue así como se dio cuenta de que su familia crecería más y más.
Después de los hermanos, Uanderson adoptó a otro niño, Alexander. Él cuenta: “Después de unos meses, recibí una llamada de otro refugio [diciendo] que uno de los hermanos de los niños estaba cumpliendo años y si podía ir allí para que se encontraran. Fui y me conmovió mucho que estuviera allí solo. También entré en el proceso de adopción y lo traje a casa”.
La historia continúa y también lo es la saga de adopción. Al final del mismo año en que adoptó a Alexander, Uanderson llevó a Peter a quedarse en su casa como hogar de acogida. Meses después, el niño también ganó un padre. Uanderson comenta que cuando se convirtió en padre de cinco hijos, se dio cuenta de que “hoy somos la familia más feliz del mundo”.
En 2018, Uanderson se convirtió en coordinador de un refugio para niños y adolescentes en São Francisco de Itabapoana, Río de Janeiro, Brasil. En este refugio, conoció a Jocilan, que tenía 13 años. Ella se convirtió en la sexta hija de Uanderson.
En el mismo año, Marcos fue encontrado en un refugio. Uanderson también estaba encantado con el niño. Él explica que “él es el único que vino solo, no tiene núcleo biológico en mi casa. Él es un amor. Él hizo un curso de informática en el refugio y me pidió a través de Messenger que fuera su padre. Era amigo de mis hijos en el refugio y me dijo: ¡Tío, por favor sé mi padre! Eres la única persona que adopta niños grandes de nuestra edad. ¡Yo ya he estado aquí duran mucho tiempo!”.
En la época de adopción de Mark, Uanderson descubrió que el niño tenía dos hermanas. Luciara y Vitória, de 18 y 13 años, respectivamente. Uanderson adoptó a los tres hermanos. El punto es que estos tres hermanos todavía tienen un hermano menor que tiene parálisis cerebral. Uanderson también quiere adoptar al niño, pero para eso necesita hacer adaptaciones en su casa, ya que el niño usa una silla de ruedas.
Mientras la solicitud de adopción está en curso, Uanderson pretende comenzar ya con esos cambios. La familia, que vive en una casa de dos dormitorios en Campos dos Goytacazes, Río de Janeiro, se gana la vida con el salario de Uanderson. También cuentan con la ayuda de su abuela cuando se trata de las tareas domésticas. Uanderson también dice: “no tenemos una vida de lujos. Vivimos un poco apretados, pero podemos vivir”.