El sufrimiento que pasan los animales que se ven abocados a vivir en la calle es inmenso. Estos se enfrentan cada día a momentos terribles. No saben si van a tener para comer, para beber, ni un sitio donde cobijarse del tiempo. A esto se suma los maltratos que padecen en ocasiones a manos de desalmados sin corazón. De la misma forma que mucha gente cierra los ojos y hace como que no los ve, hay otra que los ayuda en la medida que puede. Ya sea colocándoles una manta para que no pasen frío, salvándolos de su situación. Eso es lo que hizo una institución con un cachorro que habitaba en la calle. En concreto, la organización rescata a un perro sintecho que vivía en una caja de cartón.
Organización rescata a un perro sintecho que vivía en una caja de cartón
El altruismo y amor al prójimo de ciertas personas es digno de alabar, ya que son actitudes que se deberían tomar como ejemplo. Es por ello que en este artículo se cita que una organización rescata a un perro sin techo que vivía en una caja de cartón.
Por el momento, se desconoce quién colocó la caja de cartón en la vereda. No obstante, esta se volvió en la casa de un cachorro abandonado en las calles de Rumania. Debido al miedo que tenía el pobre animalito, cada vez que alguien se aproximaba, este corría hacia su refugio.
El perro pasaba mucho tiempo en la caja acostado al lado de un recipiente de agua. A veces, salía salía con la intención de buscar compañía. Pero, infelizmente, la gente no le hacía caso.
Sin embargo, su vida cambió el día que la organización de rescate Howl of a Dog fue consciente de su existencia y decidió ayudarlo. En primer lugar, localizaron donde estaba, rastrearon y observaron sus movimientos. Días más tardes, se acercaron a él para salvarlo de la vida en la calle.
Cómo fue el rescate
Una vez que se acercaron, los miembros de la institución se dieron cuenta que al cachorro le faltaba el recipiente de agua. Otro detalle, fue el hecho de que, a pesar de ofrecerle comida, al inicio el perro no quería se negaba a salir de la caja. Eso sí, es curioso que el can no le ladró a ninguno de los trabajadores de la organización. Este se limitaba a agarrar la comida, llevársela a la caja e ingerirla ahí.
Pasado un tiempo, el perro se sintió con más confianza, salió de su caja y aceptó acompañar a los rescatistas. Estos lo colocaron a Buzu, que fue como lo apodaron, en el asiento de atrás de un choche, sin jaula y sin atarle el cuello a una correa.
Esta es una historia que demuestra lo importante que es ayudar a los perros que viven en la calle, así como saberlos tratar con paciencia y cariño, ya que pueden llegar a estar muertos de miedo al considerar que alguien que se acerca a ellos lo hace para dañarlos.
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Para finalizar, puedes ver en el próximo vídeo 3 rescates conmovedores de perros.