Dar besos y/o abrazos cuando nos encontramos con alguien, además de una muestra de cariño, es una cuestión cultural. Por ejemplo, en España se dan dos besos. Mientras que en países de América Latina como Uruguay o Venezuela, entre otros, es sólo uno. Cuando se tiene hijos pequeños, se tiende a obligar a los niños a dar besos y abrazos. No obstante, dicha imposición no es buena.
Motivos por los que no se debería obligar a los niños a dar besos y abrazos
¿Quién no ha tenido que dar un beso a un adulto cuando era pequeño aunque no quisiese? Saludar de forma afectiva, sobre todo cuando se es un niño, se ve como un signo de educación. En ocasiones, también como un rasgo de que se es un chico simpático.
No obstante, los padres deberían reflexionar sobre el hecho de obligar a los niños a dar besos y abrazos cuando no quieren. Dicha imposición la pueden ver como algo negativo. Esto se debe a que los pequeños la interpretan como una instrucción-regaño como puede ser que no se coman la comida. De manera implícita, le estás diciendo que habrá un castigo si no tienen el contacto físico con el adulto.
Por tanto, cuando le ordenas a tu hijo que sea cariñoso, no estás teniendo en cuenta si a él le apetece serlo. Asimismo, pasas por alto cómo se siente él ante la muestra de afecto.
Por otra parte, con esta exigencia el pequeño recibe el mensaje que él no es el dueño de su cuerpo. Dicho recado puede ser muy peligroso en el futuro. Éste puede creer que debe cumplir los deseos de estima que tenga un adulto para con él. Por tanto, la posibilidad de que sufra abusos sexuales es mayor.
Otro de los peligros que conlleva obligar a los niños a dar besos y abrazos es que estos asumen que lo tienen que hacer para que no los rezonguen. Por tanto, si un desconocido con malas ideas se aproxima a ellos, los chicos cumplirán el pedido porque están programados para hacerlo.
Por el contrario, si le has dado la libertad a tu hijo de que muestre afecto cuando quiera, casi con total seguridad se alejará de las personas que no conozca. Eso hará que se reduzcan las posibilidades de que le pase algo malo.
¿Qué se debe hacer?
En vez de forzar a los niños a que sean cariñosos cuando no les apetece, hay que educarlos haciéndoles ver que son los dueños de sus cuerpos. Si no tiene ganas de que alguien les abrace, tienen la libertad de expresarlo. Asimismo, si no desean que les hagan cosquillas, por ejemplo.
Por otro lado, enséñales que nadie tiene derecho a tener contacto físico con ellos si no les agrada. Esto incluye familiares y amigos.
Evita, por tanto, las reprimendas y castigos si no agradecen un regalo con un beso o un abrazo. La mejor manera es decir “gracias” y mostrar una sonrisa. Igualmente, si alguien le pide un abrazo, pregúntale primero si tiene ganas de hacerlo.
También puedes enseñarle cómo saludar de manera cortés con la mano. Este gesto es muy educado y evitarás forzar así al pequeño a que sea cariñoso cuando no lo desea ser.
Conoce aquí ciertas cosas que deberías saber sobre los besos.
Para concluir, en el próximo vídeo podrás descubrir por qué no es bueno obligar a los pequeños a compartir y sí a enseñarles a compartir.