Ebony y Jamie King, de Huddersfield, Inglaterra, son una pareja joven con tres hijos. La benjamina, Harper, que aún tiene unos meses, nació con una marca de nacimiento que ocupa toda su mejilla izquierda, la parte superior de la nariz y la región por encima de los labios.
Cuando nació el bebé, los padres se quedaron sin palabras al ver que su carita tenía dos colores muy distintos. Tras conocer que la marca no representaba un problema de salud para la pequeña, la siguiente preocupación de los padres fue la vida social de su hija debido a los prejuicios que tienen las personas.
“La marca de nacimiento fue un gran impacto y me molestó mucho pensar en cómo podrán tratar a Harper mientras crezca. La gente puede ser muy cruel. Pero para nosotros, es solo una parte y no podemos imaginarla sin ella. Sus hermanos mayores la llaman “marca especial” y así es exactamente como la vemos; Harper es especial. Ella está aún más linda con su marca de nacimiento y nos aseguraremos de decírselo todos los días”, afirmó la madre.
Entonces, a pesar de dejar la fisonomía de la pequeña fuera de lo común, la marca no representa ningún riesgo para la salud de Harper y los padres piensan que ella es bella con su marca única. Por eso, decidieron no someterla a una cirugía de extracción, porque la propia Harper debe decidir sobre esto cuando sea mayor.
Jamie y Ebony saben que su hija puede pasar por situaciones desagradables, aunque no hay un motivo real para eso, pero no se puede controlar el comportamiento de las personas. Es a penas por este motivo que Ebony sufrió en las semanas posteriores al nacimiento de la hija.
“Estaba en estado de shock, creo yo, y fueron a penas dos semanas después de que me senté y lloré mucho. No lloraba por mí, sino por Harper y por todos los prejuicios que enfrentará en el futuro”, lamentó la madre.
A pesar de conocer las situaciones por las que Harper podría pasar cuando comience a ir a la escuela, los padres no vieron ningún motivo para someter a su bebé a una cirugía delicada, que le causaría dolor durante el proceso de cicatrización.
Ellos van a hacer un buen trabajo en casa con la autoestima de la pequeña para que entienda que su marca no tiene nada de malo, al contrario. Esta marca es exactamente lo que la hace aún más bonita y especial. Entonces, si ella decide quitarse la marca cuando sea mayor, en ese momento la cirugía tendrá sentido.