Las situaciones de discriminación en los colegios que involucran a niños son cada vez más comunes en todo el mundo. Ante este escenario, es importante que tanto las instituciones familiares como las educativas sepan qué hacer. Problemas como este que encajan en bullying, pueden afectar la autoestima e incluso el futuro escolar de esos niños si no se hace nada.
¿Cómo lidiar con las agresiones y los prejuicios?
Si tu hijo o hija ha sufrido o sufre una agresión similar, aquí se muestra cómo actuar.
1. Habla con los educadores cuando hagas la matrícula
Busca los profesionales que cuidarán al niño y descubre si tienen algún tipo de capacitación, cuál es su experiencia y cómo estos lidian con este tipo de situaciones. Explícales cómo crías a tu hijo, qué valores le inculcas, cuál es tu rutina con tu hijo y qué consideras abuso o agresión.
2. Busca apoyo en los organismos correctos
Si ya ha ocurrido la agresión o el prejuicio, no intentes remediarlo. Enviar folletos y hablar puede ser una buena idea, pero no lo resuelve a largo plazo. Dependiendo del tamaño de la gravedad, puede ser mejor buscar ayuda del Consejo de Tutela.
No tengas miedo de denunciar a la escuela y/o a los maestros. Es importante que actúes rápidamente para el bienestar del niño.
Si el problema son sus compañeros, puedes intentar hablar con sus padres. Una reunión de padres y maestros puede ser una gran idea. Si no funciona, es posible que desees repensar el entorno donde está tu hijo.
3. Escucha lo que tu hijo dice
Muchas veces, en la prisa del día a día, ni siquiera se escucha ni se ve las señales que los niños mandan. Pueden sufrir bullying y discriminados de diversas personas y ni siquiera te das cuenta. Aquellos que hablan con sus hijos y mantienen una buena relación de comunicación, están más alerta a las señales.
Mira en el siguiente vídeo qué pueden hacer los padres ante el acoso escolar.
Un caso en Brasil
Una madre tuvo que pedirle en el colegio de su hija que no le atara el cabello afro. En una nota, la madre de la niña explica que el cabello es sensible y que si está atado de cualquier manera puede causarle nudos e incluso lastimarla.
La actitud de la madre, que se identifica a sí misma como Bia, no fue una medida preventiva. La niña, llamada Valentina, ya había llegado a casa con el pelo tirado y magullado. Para aliviar la situación, Bia usó la agenda de su hija para decirles a los educadores cómo tratar el cabello black power de la niña.
Mira la nota por completo abajo:
Caso en los Estados Unidos
Otro caso absurdo ocurrió en una escuela estadounidense en el estado de Massachusetts y ha estado repercutiendo en los medios de comunicación a nivel mundial. Una niña de 7 años tenía el cabello completamente afeitado mientras estaba bajo la responsabilidad de la escuela.
Según la institución, el acto fue una cuestión de higiene. La parte aún más increíble del caso es que la familia de la niña ni siquiera fue comunicada. ¡Ella fue al colegio con el pelo y volvió sin!
La madre de la niña, Denise Robinson, sorprendida por lo que vio, trató de mantener la calma en presencia de su hija para no asustarla, pero se desahogó en las redes sociales, informando que la niña fue violada y pidió ayuda para viralizar el caso en la búsqueda de la justicia.
De acuerdo con el abogado de la familia, en un comunicado de prensa, la persona responsable de cortar el cabello de la niña le había dicho que después del afeitado, su cabello nacería liso. Esta afirmación hizo que el abogado y la madre de la niña creyeran que el caso había ocurrido por una cuestión de racismo.
Después de todo, la justificación del colegio de que fue por razones de higiene no tenía sentido para su madre, quien dijo que el cabello de su hija no tenía ningún problema. Independientemente del resultado de este caso, la escuela no tiene derecho a hacerlo sin el consentimiento de la familia de la niña.
Aún así, con la repercusión de la publicación de Denise, la institución emitió un comunicado manteniendo su posición, alegando su preocupación por las necesidades de los estudiantes, que también incluye la higiene.
Y tú, ¿qué crees de estas historias?