¿Tú hijo/a es tozudo y en ocasiones te saca de tus casillas? Pues deberías saber que dicha actitud es un signo de que cuando crezca tendrá una vida llena de triunfos. Sí, increíble pero cierto. Esto se debe a que los niños obstinados tienen más ganas de luchar por lo que quieren y desean tener a nivel personal.
Los niños obstinados son más propensos a ser adultos exitosos
Que los niños obstinados consiguen alcanzar sus objetivos cuando crecen está científicamente comprobado tal y como demuestra una investigación publicada en Developmental Psychological. De dicha tesis se desprende que las criaturas con comportamientos tenaces, pasados 40 años, consiguieron tener éxito en comparación a los que no.
La tesis viene a decir que las personas que son porfiados poseen más fortaleza y voluntad de luchar por lo que quieren con tal de lograr lo que desean para sí mismos. No les importa batallar a contracorriente, ni tener que hacer pactos e incluso decir que no.
Cómo educar a niños obstinados
Como ya se ha explicado, esa rebeldía que tiene tu hijo ahora, puede llegar a ser muy ventajosa para su futuro. No obstante, hay ciertos comportamientos que se deberán controlar o moldear para que el potencial que tienen no se malogre.
Escúchale
Dentro de esa rebeldía que caracteriza a los niños obstinados, en ocasiones, hay razonamientos comprensibles. No le digas que no a sus peticiones sólo por el hecho de que sabes que es muy cabezota. También puedes practicar alguna actividad en conjunto para conseguir unir los lazos familiares y apaciguar su tozudez.
Háblale, no le grites
La comunicación es la base de cualquier relación, incluso con los niños obstinados. No sirve de nada chillarle ni alterarse ante su terquedad porque de esta manera el pequeño sentirá que tiene el control de la situación. Por tanto, dialoga con él y hazle entender que su actitud no es la adecuada.
Adviértele, no lo amenaces
Explícales lo que va a pasar si no obedecen, pero siempre desde la calma y sin amenazas. Una simple llamada al orden tendrá más efecto ya que no se sentirán amedrentados. El número de advertencias no puede ser más de 3.
Recuerda que debes explicarles bien qué va a pasar si no entran en razón.
No lo castigues con golpes
Un castigo ejemplar como dejarlos sin bajar a la calle para que jueguen con sus amigos o quitarles la videoconsola tendrá muchísimo más afecto que un golpe. La violencia nunca es el camino. Además, en los momentos de estrés recuerda tener hijos alarga la vida.
Edúcalo con valores
Es relevante hacerle ver a los niños obstinados que tener paciencia para lograr las cosas es muy importante. Estos deben entender que, en ocasiones, no es el momento apropiado para realizar lo que desean y que la tolerancia es vital para conseguir sus éxitos. Asimismo, debes inculcarle valores como el respeto, la gratitud, la honestidad, la prudencia y la responsabilidad, entre otros. También es aconsejable que les inculques la persistencia, pero sin que ésta se convierta en empecinamiento.
Evita repetirle que es porfiado
Cuando al ser humano se le prohíbe o machaca mucho con una cosa, éste acaba haciendo lo contrario que se desea por rebeldía. Si tu hijo es uno de los niños obstinados, no es necesario que se lo estés recalcando en cada acción que haga. Con dicha actitud lo que conseguirás es que haga más trastadas para fastidiarte e irritarte.
No lo compares
Se dicen que las comparaciones son odiosas y así es. Si te pasas el día enfatizando el comportamiento de otro de tus hijos, sobrinos o conocidos, harás que tu hijo les agarre tirria y manía y que encima se porte peor. Además, creerás dentro del él un sentimiento de inferioridad y conseguirás que piense que quieres más a los demás que a él.
Por el contrario, refuerza sus puntos y actitudes positivas para que se sienta importante.
Consejo final:
Si ves que tu retoño es uno de los niños obstinados y no consigues enderezarlo con las sugerencias expuestas con anterioridad, acude a un profesional de la psicología infantil para que éste te proporcione otras técnicas para poder encaminar a tu hijo por el senda adecuada.
Se dice que la música amansa las fieras, y en caso de tener un niño porfiado, ésta puede ayudarte a relajarlo. En el próximo vídeo puedes encontrar algunas canciones para dicha tarea.
