A pesar de que el buen descanso es fundamental a todas las edades, durante la infancia es aún más importante. Si un adulto duerme para descansar y regenerarse, un niño lo hace para crecer y procesar el mundo que recién descubre. Aquí se presentan 3 razones por las que los niños deben dormir temprano y algunos trucos para llevarlos a la cama.
3 Razones por las que los niños deben dormir temprano
La infancia es la etapa de la vida en la que más se duerme. Además de descansar y reponer energías, el sueño de los niños está íntimamente ligado a su crecimiento y formación. Los padres o responsables pueden hacer mucho para que el sueño de los niños contribuya con su desarrollo físico, mental y emocional. Las que siguen son 3 razones por las que los niños deben dormir temprano.
Promueve el desarrollo del cerebro
Todos los estímulos que el niño recibe durante el día son procesados cuando duerme. La fase del sueño denominada REM es la que permite fijar las experiencias y convertirlas en recuerdos y habilidades. Durante este momento, se tejen nuevas conexiones neuronales que permiten el desarrollo del habla y las capacidades motoras y sociales. Los niños deben dormir temprano para que este proceso pueda ocurrir sin contratiempos.
Favorece el crecimiento
Dormir temprano es un disparador del crecimiento para los niños. La razón es simple, la hormona humana del crecimiento suele actuar poco después de la medianoche.
Si en ese momento el niño se encuentra en la cuarta etapa del sueño, la hormona podrá hacer su trabajo. Para que esto ocurra, y no se vea afectado su desarrollo y crecimiento, el niño debe estar en la cama a más tardar las 21:00 horas.
Mejora el rendimiento
Una buena noche de descanso permite al organismo reponer la energía y prepararse para el nuevo día. Sobre todo en edad escolar, los niños necesitan suficiente sueño de calidad para aprender y relacionarse con sus pares. Las habilidades cognitivas y la disposición son las primeras en verse afectadas cuando el sueño es insuficiente o accidentado. Los niños deben dormir temprano para que puedan rendir en las actividades que realicen.
Otra razón por la que los niños deben dormir temprano es fortalecer su sistema inmunológico. También mejorar su humor y estado de ánimo. Como los adultos, los niños son más propensos a enfermarse y estar de mal humor si no duermen lo suficiente.
Trucos para que los niños se duerman a la hora
Todo los que tengan o hayan tenido niños a su cargo, saben que los trucos son realmente útiles y facilitan la vida. Antes de las siguientes recomendaciones, recuerda que una buena sesión de actividad física cansará a los niños y los dejará listos para la cama. A continuación, 3 trucos para hacer que los niños se duerman temprano.
Establece una rutina
Los hábitos y las costumbres tienen el poder de modelar el comportamiento. Si los niños deben dormir temprano, nada como establecer una rutina clara y respetarla.
Fija horarios y determina la hora de acostarse y levantarse. Cuida que la última comida sea suave y marca con un baño y/o un cuento el final del día. Evita estimular al niño y haz que vaya poco a poco relajándose.
Prepara las condiciones de la habitación
Un ambiente apropiado es capaz de inducir el sueño y mejorar su calidad. La habitación debe estar oscura, apenas con alguna luz tenue. La temperatura debe ser apropiada, ni muy fría ni muy caliente. Una vez que se encuentren en la cama, habla bajo y con un tono suave. De esta forma, crearás las condiciones para que el niño perciba que ha llegado la hora de dormir.
Emplea la técnica 4-7-8
Es muy sencilla y la mayoría de los niños a partir de los 2 años y medio puede practicarla. Una breve y divertida preparación bastará para interesarlos.
Consiste en inhalar, retener el aire y exhalarlo luego. Para la inhalación, usa la nariz y cuenta mentalmente hasta 4. Luego retén el aire por 7 segundos y expúlsalo después por la boca, lentamente, contando hasta 8. Esta técnica reduce el ritmo cardíaco e induce el sueño.
¿Cuánto tiempo necesitan dormir los niños?
A medida que crecen, los niños van necesitando cada vez menos sueño ya que el número de horas que se debe dormir cambia con la edad. En los primeros 2 años de vida, pasan más tiempo dormidos que despiertos. Un recién nacido debería dormir 16 horas al día. Un bebé de 1 año unas 14 horas. Hacia los 2 años, 13 horas. Así, va reduciéndose el tiempo para el sueño a unas 11 horas a los 5 años y unas 10 horas a los 9 años de edad.
Estas cifras son solo un promedio bastante aceptado. Sin embargo, algunos niños podrían necesitar más o menos tiempo de descanso. Recuerda que cada niño es diferente y tiene un ritmo propio de acuerdo a sus necesidades.
Para terminar, no dejes de ver en el siguiente video por qué los niños deben dormir temprano:
