La educación que se le da a los hijos queda muy patente en pequeños grandes detalles, independientemente de la edad que estos tengan. Un claro ejemplo es el ocurrido en un metro de China. Un niño utiliza sus manos como almohada para que su madre pueda dormir cómoda. Conoce más información sobre el comportamiento de este caballero tan chico.
Niño utiliza sus manos como almohada para que su madre pueda dormir cómoda en China
La imagen en sí ya es sorprendente. Un niño utiliza sus manos como almohada para que su madre pueda dormir cómoda. Además de eso, el pequeño cargó las bolsas de su progenitora, la cual estaba agotada. Por si eso no fuera poco, le dejó su asiento a una señora con un bebé.
Este crío es el vivo ejemplo de que, además de estar muy bien educado, valora muchísimo todos los esfuerzos que su madre hace y lo duro que trabaja para que no le falte nada.
Volviendo a casa, la mujer estaba realmente exhausta y su nene decidió colocar sus manos como almohada, para que esta pudiera estar más confortable mientras dormía en un metro de China.
En primer lugar, es importante recalcar que el niño estaba sentado al lado de su madre en el metro. En cuanto vio que una dama entraba en el vagón con un bebé, se levantó en seguida y le dejó su asiento. Luego, al ver que su mamá se recostaba sobre uno de los tubos del transporte, este colocó sus manos para que estas hicieran las veces de almohada.
Cómo se conocieron los hechos
Este hecho se pudo conocer gracias a que una viajante del metro llamada Momme Joyce, compartió en Facebook lo ocurrido. Junto con la instantánea escribió un texto en el que decía: “¿No es tan dulce por parte de este chico? Pero eso no fue lo único admirable que hizo en ese metro. Después de que su madre cansada se durmiera, él tomó sus bolsas y las cargó él mismo”.
En China, lo sucedido tuvo una gran repercusión en las redes sociales y la gente alabó la actitud del niño.
Sin duda alguna, la mujer debe sentirse inmensamente orgullosa del hijo que tiene y de la educación que le está inculcando. Este es un claro ejemplo que la gentileza, la empatía, la caballerosidad y la solidaridad no entienden de edades.
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Por último, en el próximo vídeo se dan unos consejos para que aprendas a educar a los niños sin gritos ni amenazas.
