Cada vez más, los padres están atentos a las necesidades de seguridad, buscando equipos apropiados para la edad de sus hijos. Ya sean biberones con chupetes ergonómicos, vasos de transición (con tapas) o botellas dirigidas, siempre hay una opción.
Sin embargo, fue una de esas pequeñas botellas las que causó un gran problema para la familia Wooff. Clare, madre del pequeño Riley, de solo 6 años, residentes de Lancashire, Inglaterra. La madre pasó por momentos de tensión, incluso se le informó que lo peor podría pasarle a su hijo.
Esto se debió a que estaba bebiendo agua en el asiento del coche de su madre, y se le acabó quedando la lengua atascada en la botella. Y no era un producto inapropiado, sino una hermosa botella hecha especialmente para este público. Conoce la historia
A un niño se le queda la lengua atascada en una botella de agua
Era un día normal cuando la madre fue a buscar a su hijo para llevarlo a entrenar, y de allí se fueron para salir con su abuela a hacer algunas compras. En el camino, le dieron al pequeño unas patatas para saciar el hambre y una botella de agua.
Mientras conducía, su madre comenzó a escuchar sonidos extraños en la parte trasera del coche y cuando y cuando miró por encima vio que su hijo tenía la botella atascada en la boca. Ella no creía que fuera gran cosa, detuvo el vehículo y fue a ayudar al niño. Sin embargo, la lengua estaba hinchada y no permitió que se retirara la botella.
Fue entonces cuando decidió llevar a su hijo a las urgencias del hospital Lancaster Royal Infirmary para ver si alguna enfermera podía ayudarla a con el problema. Tan pronto como llegó, el pequeño fue dirigido al interior y atendido por el médico. Intentaron administrar anestesia local para la extracción, pero no funcionó porque la lengua se había hinchado mucho. De hecho, esta no paraba de aumentar de tamaño.
Un médico llamó a la madre y dijo que tratarían de retirarlo en la sala de operaciones, porque si continuaba de esa manera, la lengua bloquearía las vías respiratorias. Tampoco tenían forma de hacer la traqueotomía porque la botella se estaba interponiendo. Fue entonces cuando un médico pudo retirarla y llevaron a Riley a la sala de operaciones.
La operación
El caso fue tan grave que se necesitaron 10 médicos y enfermeras para dar seguimiento al mismo. Con espacio para la traqueotomía, si es necesario, el equipo sedó al niño y comenzó a cortar con precaución la tapa que estaba presa.
Fue un procedimiento complicado porque la lengua estaba muy hinchada y podía salir muy mal. Incluso consideraron enviar a Riley en helicóptero a un hospital más grande, pero no había tiempo. Si lo hacían, se requería de un respirador, que es un procedimiento invasivo.
Fue entonces cuando entraron en la sala de operaciones y tuvieron mucho éxito, liberando la boca del niño de la tapa que estaba atrapada. La madre informó sobre el evento para advertir a otras familias del peligro de estas botellas y evitar que otras familias experimenten el mismo susto. La cadena de supermercados que vendió el artículo dijo que estudiará lo que sucedió y que entraría en contacto.
